Así es el monasterio gallego excavado en la roca que desafía el tiempo

En el corazón de la Ribeira Sacra, en el municipio de Esgos (Ourense), se encuentra un monasterio que es una auténtica joya histórica: el Monasterio de San Pedro de Rocas. Excavado directamente en la roca, este impresionante cenobio rupestre es testigo de los primeros asentamientos monásticos en Galicia y se considera el origen más remoto del monacato en la región. Su valor histórico y antropológico lo convierte en uno de los destinos más fascinantes para los amantes de la historia, la espiritualidad y el arte.

Un origen remoto y místico

La historia de San Pedro de Rocas se remonta al año 573, fecha que aparece grabada en una inscripción conocida como "lápida fundacional", aunque algunos especialistas han debatido sobre la exactitud de este dato. A pesar de ello, no hay duda de que a finales del siglo IX, el monasterio ya estaba plenamente establecido. La leyenda cuenta que Gemodus, un cazador, redescubrió el lugar y decidió retirarse allí para llevar una vida solitaria de oración. En 1007, un privilegio otorgado por el rey Alfonso V atestigua la existencia del monasterio, aunque tras su abandono en el siglo VIII, debido a la invasión musulmana, fue restaurado a finales del siglo IX.

Un conjunto arquitectónico inigualable

La iglesia del monasterio, excavada en la roca, se erige como uno de los templos cristianos más antiguos de la península. Su estructura, sencilla y austera, se compone de tres pequeñas naves cubiertas con bóvedas de medio cañón, todas excavadas en la misma roca. La nave central es la más grande y se complementa con dos ábsides semicirculares. A lo largo de los siglos, la iglesia ha experimentado varias ampliaciones, pero mantiene su esencia original, que sigue siendo un símbolo de la espiritualidad medieval.

La gran atracción de este monasterio son sus pinturas murales, que datan del último tercio del siglo XII. En ellas se representa un mapamundi que muestra la difusión del cristianismo a través de los Apóstoles, un recurso didáctico valioso para comprender la expansión de la doctrina cristiana en Europa. Estos frescos, aunque en condiciones de conservación precarias, siguen siendo un testimonio único de la influencia cultural y religiosa de la época.

Un entorno natural y cultural

El monasterio no solo destaca por su importancia histórica, sino también por su entorno natural. El complejo está rodeado por un paisaje impresionante de montañas y bosques, un escenario perfecto para realizar una ruta de senderismo que te llevará por los antiguos caminos de los monjes. En el recorrido, se puede acceder a la Fuente de San Bieito, también excavada en la roca, y explorar el cementerio exterior y el campanario, erigido sobre un monolito de piedra.

El Monasterio de San Pedro de Rocas no es solo un lugar de reflexión y calma, sino también un puente entre el pasado y el presente, que invita a los visitantes a descubrir los orígenes de la espiritualidad cristiana en Galicia. Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1923, hoy en día es una parada imprescindible para los viajeros que buscan sumergirse en la rica historia de la Ribeira Sacra.

Un viaje a la historia y la fe

Visitar el Monasterio de San Pedro de Rocas es mucho más que un simple recorrido turístico. Es una inmersión profunda en la historia de Galicia, un contacto directo con las raíces del monacato y un homenaje a los hombres y mujeres que, a lo largo de los siglos, han encontrado en este lugar un refugio espiritual. Si estás en la Ribeira Sacra, no puedes dejar pasar la oportunidad de descubrir este rincón de Galicia, donde el silencio de la roca te habla de siglos de historia y fe.