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Así es el desconocido museo de esculturas al aire libre en Galicia que te dejará sin palabras
Inspiradas en el deporte, la religión y la vida rural, sus obras permanecen expuestas sin protección patrimonial, a pesar de su valor artístico y cultural

En la parroquia de Arcos da Condesa, en el municipio pontevedrés de Caldas de Reis, se encuentra un peculiar museo al aire libre. Se trata de un conjunto de esculturas creadas por Manuel Erosa Poza, un artista autodidacta que, tras emigrar a Francia y regresar a Galicia, dedicó los últimos años de su vida a esculpir con los medios que tenía a su alcance. A pesar de su muerte en 1990 a los 68 años, su obra sigue presente en la aldea de Marán, donde cualquier caminante puede contemplarla.

Un legado escultórico en plena naturaleza
Manuel Erosa, conocido también como "O Palomo", encontró en la escultura una forma de expresión que plasmó en figuras inspiradas en el deporte, la religión y la vida agraria. Sus piezas se reparten en una finca cercana a su casa natal, formando un conjunto artístico singular que enriquece el paisaje rural. En 1977, tuvo la oportunidad de participar en la primera exposición de la "Asociación de Escultores Galegos" en Vigo, dejando constancia de su talento.
A pesar de su valor artístico, las esculturas de Manuel Erosa no cuentan con ninguna protección oficial. Mientras que otros elementos del entorno, como el Cruceiro de Marán (1967), el lavadero (2002) y varios hórreos están inventariados y protegidos, su obra escultórica sigue en el olvido institucional.
El legado del escultor convive con otros vestigios de la historia local, como los restos del Castro de Bardoucos, ubicado a pocos metros, y el impresionante conjunto de rocas de Pedra Filga, en el Monte da Pedreira.

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