Ciudad Juárez
Carmena y la ciudad segura más insegura del mundo
Manuela Carmena saca pecho por los pocos asesinatos que hay en la capital pero recuerda que es un lugar peligrosísimo para las mujeres
“No alarméis. Madrid es una ciudad extraordinariamente segura”. Si juntas ambas frases, haced la prueba para la risa, el resultado es de un esquizoide que asusta. “No alarméis. Madrid es una ciudad extraordinariamente segura. La vida no es segura para las mujeres”. ¿En qué quedamos, Carmena?
Acabo de escuchar las declaraciones de Carmena hablando de Madrid como ciudad segura y todavía lo estoy pasando regular por ella. ¡Qué mal rato, pobre! Es lo que pasa cuando quieres mantener una idea y la contraria, porque ambas te parecen vitales para vendernos el pescado, y te olvidas del más elemental sentido del decoro.
Por un lado se manejaba la buenísima noticia de que en 2017 las muertes por homicidio en Madrid habían sido tan solo 16 como muestra de que es una ciudad realmente segura. Una cifra que a ella, y a cualquiera, le parece ejemplar. Por otro, necesitaba mantener la afirmación de que ser mujer es peligroso para no perder, esta es mi teoría, el apoyo y simpatía de todo activista constante adscrito a la fe del feminismo extremo. “La vida no es segura para las mujeres” afirma sin despeinarse justo después de haber dicho, y cito literal, “No alarméis. Madrid es una ciudad extraordinariamente segura”. Si juntas ambas frases, haced la prueba para la risa, el resultado es de un esquizoide que asusta. “No alarméis. Madrid es una ciudad extraordinariamente segura. La vida no es segura para las mujeres”. ¿En qué quedamos, Carmena? ¿Es segura o no es segura? ¿Solo es segura para los hombres? ¿Justo no lo es para las que menos han sufrido esa violencia extrema? Yo es que ya no sé si me tengo que asustar o no, de verdad.
Pero como esta semana no quiero disgustar ni ofender ni poner nerviosito a nadie, pongamos las cifras sobre la mesa. Que sé que os gusta que hable de cifras y cada vez que lo hago tenemos una semana tranquilita y sin sobresaltos. Pillines. Carmena nos ha dado el dato de 16 muertes por homicidio en Madrid en 2017. Cinco mujeres y once hombres. O sea, el 31,25% de los homicidios cometidos en Madrid fueron a mujeres y el 68,75% a hombres. Más de el doble. Pero pongamos en contexto esas cifras. En 2017 la población de la ciudad de Madrid era de 3.182.981 almas, de las cuales 1.480.600 eran hombres y 1.702.381 eran mujeres. Cinco mujeres de 1.702.381 supone un 0,00029%. En el caso de los hombres el porcentaje es de un 0,00075%. Un poquito más en unas cifras minúsculas. Pero vayamos un poco más allá, que todavía no he perdido yo suficientes dioptrías en la desesperante página del INE ni me he hecho un lío con la calculadora. Que todo se andará. Teniendo en cuenta la población total de Madrid, las cinco mujeres asesinadas ese año suponen un 0,00015% y los 11 hombres asesinados representan el 0,00034%. ¿Sabéis cuál es la probabilidad de que un meteorito caiga sobre la cabeza de alguien justo en el momento en que se está lanzando por un tobogán? No, yo tampoco.
Ahora, con las cifras en la mano, volvamos al discurso de Carmena en el que sostiene una idea y la contraria en apenas dos frases. Supongo que necesitaba sostener la afirmación, absolutamente cierta, de que Madrid es una ciudad segura, y acusar al resto de ser alarmistas por pretender crear una falsa sensación de inseguridad que las cifras no avalaban. Pero conforme se escuchaba a sí misma se dio cuenta de que esa consigna iba en contra de aquellas otras que movilizan a tanta feminista y aliado y que tan buenos réditos les proporciona. Y, claro, le hizo catacroquer la cabeza y casi, incluso, se oye el crujido en el vídeo, como si su cerebro fuese un cubito en un whisky on the rocks. Porque a ver con qué cara sostienes sin inmutarte, a poco recato que uno tenga, que en una de las ciudades más seguras del mundo la vida de las mujeres no es segura. Pero lo hizo. Con un par. Aún sabiendo, porque no es tonta, que la segunda parte de su discurso desmontaría la primera. Porque si en Madrid, vuelvo a las cifras y no intentéis detenerme, esa ciudad extraordinariamente segura, es inseguro ser mujer y en 2017 el 53,483% de los madrileños eran mujeres, eso significa que para más de la mitad de la población es una ciudad insegura. ¿Afirmaríais sin rubor alguno que una ciudad es segura si más de la mitad de sus habitantes ve amenazada su integridad física? Pues mira, no. Cualquiera diría que se está hablando de Ciudad Juárez.
A mí Carmena me despierta cierta ternura, las cosas como son. Pero me produce cierto sonrojo verla intentando meter con calzador el feminismo en cualquiera de sus manifestaciones. Y aquí le traicionó el subconsciente y el intento de arreglarlo fue casi peor. Pero claro, había que intentar evitar el choque de trenes. Ciudad segura versus mujer en peligro. ¿Cómo se come eso? Pues como intentó hacer ella, criaturica. Soltándolo a puerta gayola y confiando en que nadie se pare a pensar ni un poquito. Una huida hacia adelante. Madrid es una ciudad muy segura para todos menos para las mujeres. Todo con tal de que no se nos desmonte el chiringuito de la mujer como ser incapaz necesitado de protección y tutela, todo por mantener la consigna. A toda costa.
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