La columna de Carla de la Lá
Boda en Liria (y a mí no me han invitado)
La alfombra roja de Carla de la Lá
La columnista Carla de la Lá repasa algunos de los estilismos más llamativos de la que es, sin duda, la boda del año: la de los Duques de Huéscar.
La novia muy propia, elegante y ceremonial, muy bella aunque algo aburrida pero no pasa nada porque el toque hilarante lo pone el uniforme de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla de su ya marido, con casco de plumas y guantes sobre el brazo ¡Un verdadero Festival!
La cola desde los hombros, muy hermosa y personalmente (a mí que fui bailarina) el tocado y guiño a Pavlova en La muerte del Cisne me parece ¡Perfecto! Le critican que llevaba poca joyería pero insisto: El carnaval lo lleva del brazo. Y por muchos años.
Matilde Solís encantadora y retro de Tacañona del Un, dos, tres...
Apreciados míos, a mí no me invitaron, pero a esta boda tan bonita (y seguro que divertida) han asistido grandes amigos de esta vuestra cronista favorita y algunos personajes por todos conocidos como Tweedledum y Tweedledee.
Nuestra Esperanza se gangrena por los pies. En serio ¿qué ocurre ahí abajo? ¿Estará bien de salud? Querida señora Aguirre, ¡sáquenos de esta zozobra!
Alejandra Domínguez, novia de Enrique Solís y Tello, una de mis favoritas, no por adecuada (seguro que se estaba achicharrando, el modelo era absolutamente invernal) sino por guapa, hiper-producida y noventera, el maquillaje, las medias de cristal, todo muy muy ¡El Ansia! de Tony Scott.
Esther Doña es una mujer muy guapa, con un aire, además, muy Hitchcock en brazos del Marqués de Griñón, eso sí, los complementos coordinaditos ¡no!
Muy bien Brianda, elegante, chaladita y súper singular. Guapa, no mucho, para lo guapa que podría ir esta muchacha. Ella lo sabe, y también sabe que no será la primera ni la última que sacrifique su belleza para reinar por otros caminos menos transitados en el mundo de la estética. Yo la aplaudo, no hay nada más hortera que querer estar “buena” a toda costa.
Blanca Suelves en jipi-chic lo que en estos eventos de alto copetón supone un soplo de aire fresco para todos (el tocado como de El Corte Inglés de Vitoria sobra; lo digo con conocimiento de causa, puesto que nací y crecí en Vitoria).
Mi pareja favorita, Asela Pérez Becerril y su marido (nieto de la Duquesa de Alba). Ella, la mejor vestida de la boda. Pienso que va desenfadada y preciosa y que ha elegido con mucha inteligencia.
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