Ministerio de Defensa
Yak-42: diez años de una tragedia que acabó con 62 vidas y sólo tres condenados
Las familias de los fallecidos reclaman justicia y acudirán a Estrasburgo
MADRID- Habían estado cuatro meses y medio en la guerra de Afganistán y tocaba volver a casa. Ninguno de los 62 militares españoles que viajaban con destino a España a bordo de un «Yakolev 42» ucraniano se imaginaba que aquella «tartana» –como la definió alguno– en la que volaban iba a tener un trágico final. Es cierto que hubo muchas quejas previas por el estado del avión y, al final, los peores presagios se cumplieron. Eran aproximadamente las 4:15 horas en Turquía (3:15 en España) del 26 de mayo de 2003 cuando se producía la peor tragedia en la historia de las Fuerzas Armadas. El «Yak-42» perdió el control cuando trataba de aproximarse al aeropuerto turco de Trebisonda y se estrelló en el Monte Pilav. A bordo, 75 personas, 13 de la tripulación y los 62 militares. Ninguno sobrevivió y aún hoy son muchas las dudas que rodean este accidente.
A partir de ahí comenzó el calvario para los familiares. Un calvario en forma de procesos judiciales que se sumó al dolor por la pérdida de seres queridos. Se sienten «solos», «indignados» y consideran que no se hizo lo que se tenía que hacer. Ahora, diez años después, sólo quieren que se haga justicia y por ello buscarán ayuda fuera de nuestras fronteras. «Estrasburgo es la última esperanza», dicen los familiares, que confían en que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos abra juicio al respecto.
En estos diez largos años han sido varios los procesos judiciales abiertos y sólo tres los culpables que se han encontrado: uno murió sin ingresar en prisión y los otros dos fueron indultados hace poco más de un año.
El vía crucis judicial
Por un lado está la causa penal sobre el accidente. Comenzó en octubre de 2003 con una denuncia de los familiares en la Audiencia Nacional. Fue archivada en dos ocasiones y en 2008 volvió a reabrirse, aunque el resultado fue el mismo: la Audiencia Nacional decidió archivar la causa contra los seis militares que estaban imputados por las irregularidades en la contratación y el Tribunal Constitucional confirmó el pasado mes de febrero esa decisión.
Paralelamente, en 2004 se abrió otro proceso por los errores cometidos en la identificación de los cuerpos de los fallecidos. Hubo también dos archivos aunque, finalmente, en 2009 se condenó a tres militares: el general Vicente Navarro (3 años de prisión), el comandante José Ramirez (1,5 años) y el capitán Miguel Sáez (1,5 años de cárcel). Pero el general nunca entró en prisión por su delicado estado de salud y falleció un año después. Los otros dos mandos fueron indultados en abril de 2013.
En 2004 también arrancó el proceso contra la aerolínea, la contratista y la aseguradora. Seis años después la Audiencia Provincial de Zaragoza condenó a las empresas a indemnizar a los familiares con 6,2 millones de euros, sentencia que confirmó el pasado mes de abril el Constitucional. Aún no han cobrado.
Por último, el Ministerio de Defensa reabrió en marzo pasado el expediente por responsabilidad patrimonial y el juez togado militar será ahora quien decida si el Estado fue culpable y su grado de responsabilidad.
Así que, después de este calvario de 10 años, aún queda mucha lucha por delante. Las familias de los 62 fallecidos son conscientes de que les queda todavía un largo camino por delante; parte en España y parte en Estrasburgo, pero tienen más que claro que «el recuerdo de los 62 no nos permite desfallecer».
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