Vox llena el Vistalegre “Plus Ultra”

Abascal reúne a más de 12.000 personas en un gran acto de precampaña donde llamó a elegir «o el consenso progre, o nosotros». El líder de Vox acusó al PSOE de tener una «historia criminal».

La «España viva» llenó la plaza de toros de Vistalegre. Santiago Abascal reeditó el éxito del año pasado y congregó a más de 12.000 personas con su Vox «Plus Ultra», en un acto de precampaña en el que el partido exhibió músculo e ilusión y sirvió también para dar las gracias a sus simpatizantes.

Eso sí, puso toda la artillería pesada en el coso con un discurso muy duro contra el PSOE que mantiene las mismas siglas desde la fundación de Pablo Iglesias y les acusó de tener «una historia criminal».

Abascal subió al escenario coreado con gritos de «presidente, presidente», y jaleado con banderas de España y Vox que ondeaban los simpatizantes entusiasmados. Su voz, ya no era la «vocecilla» que hacía un año pedía paso en la arena política porque doce meses después ya han logrado ser determinantes en algunos territorios del mapa electoral.

Al igual que muchos de los dirigentes del partido, Abascal acudió al acto acompañado de su mujer, sus cuatro hijos, su madre y su abuela. «Hemos venido a representar a la mayoría patriótica, voten lo que voten», dijo el líder de Vox y llamó a ser más. «Nosotros no queremos el poder por el poder –como Pedro Sánchez–sino para proteger a los españoles de los enemigos de la soberanía».

Vox se reivindicó como el partido de la «claridad» frente a el «consenso progre» del PSOE, PP y Cs. Pero los misiles fueron contra los socialistas por pretender con su Ley de Memoria Histórica «amordazar a los historiadores» y «obligar a una parte de los españoles a condenar a sus abuelos» –lucharan en un bando u otro–. Con ello, el líder de Vox desveló que el verdadero fin del PSOE es «ocultar sus vergüenzas». Abascal le dijo a ese PSOE «que estigmatiza» a sus votantes que «en Vox no hay asesinos, ni secuestradores, ni corruptos ni maltratadores de mujeres como hacen ellos, que los ponen de presidentes». Y recordó que el de los socialistas es el único partido que tiene «las mismas siglas que hace un siglo» y que su historia es una «historia criminal», como la del fundador del PSOE, Pablo Iglesias, que amenazó de muerte en el Parlamento a la oposición con el golpe de Estado contra la República «o el asesinato del líder de la oposición –Calvo Sotelo– en 1936 a manos de la escolta socialista» o «el robo del oro del banco de España que se llevaron a Moscú» o «con la petición de amnistía para los terroristas en los primeros años de democracia». «Pasaron de pedir la amnistía a los terroristas a practicar el terrorismo de Estado que deslegitimó a nuestros guardias y policías». Y sumó la corrupción, los ERE, la legalización de las marcas políticas de ETA, el pacto con los golpistas en Cataluña... «Esa es la historia del PSOE que vamos a recordar». Y sí, Abascal reconoció que le tenía «ganas» al PSOE.

Tampoco se libraron de las críticas el PP y Cs. De Pablo Casado dijo que ahora se deja barba «para parecerse de nuevo a Rajoy» y le advirtió de que Vox no se va a retirar del tablero electoral como quieren los populares. «De Vox solo quieren los votos, pero desprecian olímpicamente nuestras ideas y convicciones y se atreven Que se retiren ellos, que no sirven para nada», espetó con el aplauso de los simpatizantes. De Cs criticó sus continuos cambios de opinión y felicitó a los seguidores de Vox por haber logrado despertar el patriotismo en otros partidos que ahora han incorporado a «España» en sus lemas electorales.

El líder de Vox aseguró que «no pactaremos con el partido de historia criminal» y se atrevió a decir que hay que elegir «o ellos o nosotros», «o el consenso progre o Vox», o la «división autonómica o la unidad nacional», «o los españoles primero o los inmigrantes ilegales», «o pensiones para las viudas o paguitas para los Menas».