Un total de 10.457 personas murieron en 2024 el mar intentando llegar a las costas españolas

Los intentos de los inmigrantes por llegar a España en busca de un futuro mejor no han cesado a lo largo de todo el año; tampoco las cifras de la tragedia, que en 2024 baten récord. Son ya 10.457 las personas que murieron desde enero en su intento de llegar a las costas españolas. Esto supone una media de 30 inmigrantes muertos al día, un incremento del 58 por ciento respecto a 2023, cuando se produjeron 6.618 fallecidos en el mar, lo que equivaldría a 18 muertes al día. Así se desprende del informe elaborado por el colectivo Caminando Fronteras, que vincula este drama a la dejación por parte de los gobiernos.

La ONG inició su balance investigando las desapariciones de migrantes que se embarcan en travesía rumbo a España, con 131 cayucos que desaparecieron con todos sus tripulantes.

Del total de personas que perdieron la vida en 2024, 421 eran mujeres, y 1.538, niños o adolescentes. En concreto, el porcentaje más alto de mujeres se encuentra en los cruces migratorios de las rutas atlánticas. Durante el año 2024, su presencia se ha mantenido en los cayucos que salen de la franja costera entre Agadir y Dajla. En su mayoría, son mujeres en tránsito migratorio, que han pasado largo tiempo en ruta y que han vivido una situación de «violencia y discriminación» en sus países de origen, según describe el informe.

Además, se ha registrado un notable aumento en el número de mujeres procedentes de Senegal, Gambia y Mauritania, muchas de ellas huyen de conflictos bélicos y del impacto del cambio climático. Y, asimismo, ha crecido la presencia de mujeres en la ruta hacia Baleares, procedentes de África Central y Occidental, y que atraviesa por Libia y Túnez.

La ruta Atlántica destaca como una de las preferidas por los inmigrantes, además de ser la «más letal a nivel mundial»: la vía que llega a las Islas Canarias ha computado hasta el 15 de diciembre de este año un total de 9.757 víctimas que trataron de arribar en cayuco, lo que supone el 93 por ciento del total. Mientras que 517 muertes se produjeron en la ruta argelina, 110 en el Estrecho y 72 en la ruta de Alborán.

En el informe «Monitoreo Derecho a la Vida 2024» se aprecia un «notable aumento» de salidas desde Mauritania, un país que «se ha consolidado como principal punto de cruce migratorio» hacia las Islas Canarias. En ella se produjeron 6.829 muertes.

Además, la ruta argelina hacia Baleares también está considerada como una de las «más peligrosas» debido a su longitud y la dificultad del trayecto, como ocurre con la citada ruta atlántica que tiene a nuestras islas como destino.

La llegada masiva de cayucos se produjo en primavera debido a que aprovechan las condiciones climatológicas y una mayor estabilidad de las corrientes. En concreto, se registró un aumento de entradas en abril, con 1.284, por delante incluso del mes de mayo, donde se registraron un total de 1.103. En febrero llegaron a superar también las mil (1.093).

Hasta 28 nacionalidades diferentes han perdido la vida en su intento por llegar a España: Argelia, Bangladesh, Burundi, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Egipto, Etiopía, Gabón, Gambia, Ghana, Guinea Bissau, Guinea Conakry, Irak, Islas Comores, Mali, Marruecos, Mauritania, Nigeria, Pakistán, República del Congo, Somalia, Senegal, Sierra Leona, Siria, Sudán, Túnez y Yemen. El informe vincula el elevado número de naufragios a una «omisión del deber de socorro», a «la falta de activación» oportuna de los protocolos de rescate y a la escasez de recursos en las operaciones de salvamento, detallan.

En medio de la batalla por la inmigración, esta ONG lanza una crítica a los políticos que no se ponen de acuerdo en la gestión migratoria.

«La responsabilidad del rescate se traslada a países con recursos limitados, empeorando la capacidad de respuesta ante estas emergencias», y combatimos también contra el problema de que muchos rescates «no se activan a tiempo», afirman.