Opinión
Torres, la pieza débil
Los principales investigados en el “caso Koldo” han establecido una estrategia de coordinación conjunta
El “caso Koldo” comienza 2025 con una novedad importante, los principales investigados, Aldama y Koldo, han establecido una estrategia de coordinación conjunta con los implicados en el caso “Tito Berni” para implicar a los que han sido sus superiores. Esto es un cambio de táctica importante respecto a la postura mantenida con anterioridad de no aceptar ninguna implicación de otros responsables institucionales.
La alianza entre los procesados de las dos tramas tiene dos objetivos. El primero es batir al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, en un enredo de comisiones, mascarillas y pisos alquilados.
Torres es la pieza más frágil en este momento porque no es del núcleo duro del líder socialista, pero si se demostrase alguna implicación sería un punto de inflexión en términos políticos.
No obstante, el objetivo es más ambicioso. Aldama ya ha lanzado dardos envenenados a Santos Cerdán y se va a esforzar en demostrar financiación ilegal del PSOE. En definitiva, no está dispuesto a asumir toda la responsabilidad judicial y, en esa clave, ha actuado desde el momento de su detención.
Si se produjese la imputación de miembros del gobierno o de la dirección socialista, Sánchez tendría dos problemas por resolver. El primero consiste en el golpe que supondría a su propia credibilidad ante la opinión pública, probablemente, aumentaría la sospecha entre sus votantes en los casos judiciales abiertos contra su esposa y su hermano.
En segundo lugar, sería más que probable una respuesta de sus socios, no solo de Sumar, que se hundiría del todo si se mantuviese en el gobierno, sino de PNV y de Podemos, que verían la excusa perfecta para dejar expirar la legislatura.
En ese marco cobra sentido la estrategia que ha iniciado Moncloa de agrietar la relación con el Jefe del Estado, Felipe VI. El distanciamiento entre la Moncloa y Zarzuela es evidente y las críticas, desde diversos ámbitos del PSOE, a la Casa Real son veladas y continuas.
Abrir el debate sobre la monarquía es algo que acaricia Sánchez desde hace tiempo. Supondría alimento de carácter electoral para los votantes procedentes de Sumar y Podemos y, lo que es más importante para él, da un argumento a nacionalistas e independentistas para seguir prestándole el apoyo.
Este año que comienza, habrá que estar muy atentos a la evolución judicial de las causas abiertas porque, en la medida que Sánchez se sienta acorralado hará lo que necesite para seguir en el poder.
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