La noria

Saturno en Acuario: por qué el Gobierno es un «pagafantas»

El Día de la Independencia de Mongolia coincide con el nacimiento de Carles Puigdemont. Nada es casual. Detrás de esa fecha hay un halo secesionista

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IlustraciónPlatónLa Razón

Hay algo que me inquieta, me atormenta y me perturba. Carles Puigdemont es Capricornio. Pero el día que vino al mundo algún planeta debió de salirse de órbita e independizarse. Como la curiosidad mató al gato, y mi presupuesto no da para teléfonos de esos en los que te atienden mujeres y hombres a los que imaginas con turbantes brillantes y una bola de cristal, me encamino al ChatGPT, que me sale gratis.

Así que escribo: «Quiero hacer una carta astral de Carles Puigdemont». Me responde: «Necesito algunos datos: fecha de nacimiento, hora exacta (parece ser que con nocturnidad y alevosía, a las diez y media de la noche aproximadamente, aunque discúlpenme si puede ser algo impreciso porque no estuve presente en el parto), y lugar (¡vaya pregunta!, no sé cómo el GPT no lo ha imaginado él solito)». Menuda inteligencia artificial.

Procedo a introducir lo que me requiere, en castellano, por supuesto. Pero antes quiero comprobar lo que dice un buscador de internet de los Capricornio, así, en general, por eso de la independencia y la imparcialidad. Se les define como personas tenaces que no cejan en su empeño para conseguir su objetivo. Vaya, vaya, pues parece que lo han clavado, y eso que yo soy muy escéptica con estos temas. Dicen de ellos también que son «prudentes». ¿Prudente? Eso ya, en este caso, no me cuadra tanto. En las tripas de mi ordenador hay un gnomo escribiendo esto al servicio del «Estado» catalán. Dentro de los contras, que tienden hacia la nostalgia. Es una campaña para enternecernos porque extraña su «terra» y no se percibe en el horizonte una vuelta desde Waterloo a corto plazo.

Pues bien, la conclusión a la que llego es que resulta que parte de nuestros males están en que Carles tiene el Sol en Capricornio. Dice el Chat: «Es una persona ambiciosa. Es un signo de tierra –¿no me digas?, de tierra tenía que ser–, asociado con la perseverancia». Eso es... verdad, que diría el polígrafo de Conchita. Porque a obstinado y cabezón no le gana nadie. Y además tiene la Luna en Libra. Ojo al dato, según GPT, esto indica una «naturaleza emocionalmente equilibrada, con un fuerte deseo de armonía y justicia». ¡Venga ya! Me reafirmo en mi convicción de que hay un bot secesionista envuelto en un lazo amarillo.

Y, vamos a lo realmente importante, la razón de haber convertido al Gobierno en un «pagafantas» es por Saturno en Acuario, que hace del catalán una persona inflexible. Así ha conseguido, pico y pala, la Ley de Amnistía, la eliminación del delito de sedición y la rebaja de la malversación, el traspaso de Rodalies y el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, por no hablar de los más de 17.000 millones de deuda que se han perdonado a Cataluña. Lo último, ese acuerdo en inmigración que, entre otras cosas, ha invadido las funciones de 1.700 policías.

Según el calendario chino, Puigdemont nació en el año del tigre. Pedro Sánchez, en el de la rata. Todo cuadra

Me estoy empezando a enganchar a esto y me dedico a cruzar datos como una loca. No les he desvelado que Carles nació un 29 de diciembre. En tal fecha de 1937, y tras la entrada en vigor de la nueva Constitución irlandesa, Inglaterra declara que el Estado Libre de Irlanda sigue siendo parte integrante del Reino Unido de Gran Bretaña. ¡Menudo varapalo! Pero si tiramos un poco atrás en el tiempo, en 1820, España perdió la ciudad peruana de Trujillo. Y para más inri, también se celebra el Día de la Independencia de Mongolia. ¡Que me aspen! Todo cobra sentido. Es la cuadratura del círculo. Alrededor de esta fecha sobrevuela, sin duda, un halo independentista.

Tengo tanta curiosidad que recurro a buscar la carta astral de Pedro Sánchez. A ver si por casualidad los dos están alineados. El presidente es Piscis, y como Piscis está regido por Neptuno, tiene una visión idealista – sinónimo de la RAE: iluso–. Ha atinado de lleno, porque parece que esté gobernando desde la calle de la piruleta un país de gominola donde no hay consecuencias a las decisiones que toma. Pero la verdadera definición la encontramos en Júpiter en Capricornio (por fin hallo el nexo entre Puigdemont y Sánchez). ¡Serendipia! Es la ambición. Nada puede definir mejor a los dos. La compatibilidad de Capricornio y Piscis es altísima. Son coleguitas de zodiaco.

Un último dato. Según el horóscopo chino, 1962, año en que nació Puigdemont, fue el del tigre. El del presidente, justo una década después, el de la rata. Nada más que añadir.