Barcelona
Prisión para siete de los once anarquistas detenidos por su relación con varios atentados
El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez ha enviado a prisión sin fianza a siete de los once miembros de una organización anarquista detenidos el pasado martes en Madrid, Barcelona, Manresa y Sabadell por su posible relación con diversos atentados con artefactos de fabricación artesanal.
Según el auto de prisión del juez, a los arrestados se les imputa la "constitución, promoción, dirección y pertenencia a organización terrorista, en relación con delitos de tenencia y depósito de sustancias o aparatos explosivos, y delitos de daños y estragos con finalidad terrorista".
El magistrado les relaciona con los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC) y asegura que de la investigación desarrollada desde 2012 por los Mossos d'Esquadra "se extrae que sus miembros pudieran ser presuntos autores de diversos atentados con artefactos explosivos de fabricación artesanal en todo el territorio nacional".
A los cuatro que han quedado en libertad, Gómez Bermúdez les ha impuesto comparecencias semanales en el juzgado y fijación de su domicilio.
Los once fueron trasladados ayer a Madrid y esta tarde han pasado a disposición del juez, que les ha tomado declaración durante unas dos horas y ha dictado finalmente prisión para siete de ellos, lo mismo que le ha pedido el fiscal.
Fuentes jurídicas han indicado que la mayoría de los arrestados se han acogido a su derecho a no declarar y que a uno de ellos se le atribuye también el delito de falsedad en documento público.
Los arrestados son siete mujeres y cuatro hombres, de edades entre los 31 y 36 años y de nacionalidades española, uruguaya, italiana y austríaca, que fueron detenidos en once registros efectuados en Barcelona, además de otros dos en Sabadell y Manresa y uno más en Madrid.
El juez se refiere en su auto de prisión a un informe policial en el que se defiende que los GAC son una organización de carácter terrorista, basándose en "decenas de indicios tanto de la unidad ideológica, como de la estrategia para desestabilizar el Estado y alterar gravemente la paz pública".
"Los GAC es un punto de encuentro de grupos violentos con fines terroristas que, individualmente considerados y sin la debida coordinación, no podría lograr el objetivo final, la lucha revolucionaria contra el Estado, para provocar su colapso", asegura el juez.
Estos grupos, abunda, "actúan siempre de forma violenta, lanzando bengalas y petardos, incendiando contenedores, dañando el mobiliario urbano y la propiedad particular, provocando graves enfrentamientos con la policía y agrediendo a todo aquel que les haga frente, imposibilitando así la convivencia normal de los ciudadanos, a los que atemorizan alterando gravemente la paz pública".
Según el auto, durante la investigación "se ha constatado la existencia de estructuras burocráticas y organizativas internas, realización de publicaciones y formas de comunicación"en estos grupos.
Señala que entre lo hallado en los registros que se efectuaron a los GAC se encontraron actas de reuniones y boletines internos de la organización, así como documentos que detallan "principios, tácticas y finalidades"de estos grupos y el libro "Contra la Democracia", que fue distribuido entre sus miembros.
De las vigilancias y seguimientos a estas personas se ha confirmado que "se comunican y coordinan de manera reservada entre ellos por diferentes medios", como correos electrónicos "con extremas medidas de seguridad"o codificados con claves para que las lean solo sus destinatarios, asegura el juez.
Una de las detenidas, que ha ingresado en prisión, residía en Madrid y el juez considera que era una de las líderes de la organización.
En su casa se encontró un correo con propuestas de acción de los GAC, como "el derramamiento de sangre", "el empleo de la fuerza"y "la expansión de la subversión y la revuelta".
Además, se halló un archivo con un esquema de cómo funciona un paquete bomba, anotaciones manuscritas que confirman que era cabecilla de los GAC y su relación con las FAI (Federación Anarquista Ibérica) y otras organizaciones anarquistas, así como una factura por la edición de 287 ejemplares del manual "Contra la Democracia".
También se encontraron "machetes, puños americanos, navajas de doble filo, bolas de golf y bengalas de barco y mano, así como otros elementos pirotécnicos e instrumentos usados habitualmente para confeccionar artilugios explosivos caseros".
Las detenciones se produjeron en el marco del caso Pandora y entre los arrestados que han pasado hoy a disposición judicial figura un bombero de Barcelona.