Delito fiscal
Oleguer Pujol invirtió parte de sus «pelotazos» en bonos del Estado
Los fiscales acreditan movimientos de dinero tras ser investigado
Los fiscales acreditan movimientos de dinero tras ser investigado
La Fiscalía justificó ayer su petición de prisión para Oleguer Pujol –una medida que ni siquiera se ha solicitado para el gestor de la fortuna oculta de la familia Pujol Ferrusola, su hermano Jordi– en los movimientos de dinero que ha realizado el benjamín del ex presidente Jordi Pujol cuando ya estaba siendo investigado por la Audiencia Nacional. Anticorrupción sitúa el origen de las inversiones en dos operaciones que reportaron a Oleguer Pujol comisiones millonarias –la compraventa de 1.152 oficinas del Banco Santander en 2007 y la venta del edificio del Grupo Prisa en la Gran Vía madrileña un año después– en una cuenta en Andorra de Andbank. Una cuenta que, según recuerda el propio De la Mata, «se habría nutrido de transferencias e ingresos en efectivo» desde el año 1992 hasta, al menos, 2004 por importe total de 116 millones de pesetas. Entre noviembre de 1992 y octubre de 1999, al menos diez transferencias recibidas en la misma «proceden de las cuentas en Andorra» de su hermano Jordi Pujol Ferrusola. Anticorrupción investiga si esos fondos proceden del reparto entre la familia Pujol del supuesto dinero ingresado por el pago de comisiones a cambio de adjudicaciones tanto de la Generalitat como de ayuntamientos controlados por la antigua Convergència.
Oleguer Pujol y su entonces socio Luis Iglesias se repartieron cinco millones de comisión por sus presuntas labores de intermediación en la compra, por parte de Sun Capital, de 1.152 oficinas del Banco Santander, que a través de dos empresas pantalla holandesas terminaron en las Islas Vírgenes. Según la defensa del imputado, esos fondos fueron repatriados en noviembre de 2012 y regularizados.
Pero la Fiscalía mantiene que en esa regularización no se incluyeron los fondos del Andbank. Hubo que esperar hasta julio de 2014, días antes de la confesión pública de Jordi Pujol sobre la fortuna familiar oculta en el extranjero, para que se regularizaran los fondos de esa cuenta. De la que precisamente salieron, subrayan fuentes fiscales, los fondos que invirtió Oleguer Pujol en las dos operaciones referidas.
De esa cuenta, precisamente, a Anticorrupción le constan dos movimientos: uno en diciembre de 2006 a Drago Real State Partners (el fondo de inversiones utilizado para la compra de las oficinas del Santander) por un montante de 100.000 euros y otro en noviembre del año siguiente, por 50.000 euros, a una sociedad panameña, Isla Quesito.
El benjamín de los Pujol e Iglesias se llevaron otros cinco millones de euros por su intermediación en la última venta, en enero de 2015, del edificio de la Gran Vía, en Madrid, que fue propiedad de Prisa. Según explicó ayer el propio Oleguer Pujol, su socio aún le debe parte de esa comisión, por lo que no descarta demandarle para reclamársela. La cantidad que cobró finalmente Pujol no está clara, pero según esas mismas fuentes una parte de esas ganancias fueron las que transfirió a un banco de Miami en diciembre de ese año y otra la invirtió en bonos del Estado. Cuando esos bonos le dieron rendimientos, los repatrió a España. ¿Por qué envió ese dinero a Miami? Según contó Oleguer Pujol, en nuestro país le resultó imposible ingresar esos fondos en ningún banco (pese a que no tiene ninguna cuenta bloqueada).
La Fiscalía tiene además serias sospechas de que el hijo de Jordi Pujol ha estado moviendo dinero de procedencia supuestamente ilícita incluso en 2016.
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