Memoria Histórica
«La memoria de los muertos no se puede tocar»: triple frente en defensa del Monumento a los Caídos en Pamplona
A la vía judicial se suma una recogida de firmas para una Iniciativa Legislativa Popular y un proceso de debate
«La memoria de los muertos no se puede tocar y una sociedad que se dice civilizada no puede remover estos sentimientos». Con estas palabras reclamó ayer Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo que se preserve en su integridad el Monumento a los Caídos de Pamplona, en el contexto actual del debate sobre su demolición o modificación parcial.
Aldaz recordó que desde pequeño acudía a este lugar «a honrar a los antepasados que murieron (...) por defender la fe y la tradición», e insistió en que no fue un acto de odio, sino de «amor», en referencia a un recinto levantado en memoria de los 4.500 navarros muertos en la Guerra Civil.
Fue durante una rueda de prensa en la que la plataforma Navarros todos y la historia completa presentó en Pamplona una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para que se promulgue una Ley Foral que proteja el monumento como patrimonio histórico-artístico de todos.
Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo, junto al arquitecto José Ismael de la Barba Palacio y Leonardo Falcó, representantes de la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica, explicaron también las diferentes iniciativas a nivel legal y social que se están llevando a cabo.
Por un lado, la acción judicial, dirigida por la asociación y refutada por un informe pericial de 160 páginas desarrollado por De la Barba sobre el valor patrimonial del monumento, diseñado por figuras clave de la posguerra como Víctor Eusa y Ramón Stolz, que se encuentra abierta en los tribunales.
En este sentido, ya está en trámite ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra un procedimiento que tiene por objeto la declaración del monumento como BIC, para que se le otorgue la máxima protección y se obligue a la administración a su conservación y, si procede, restauración.
Por otro, lo que llamaron la Controversia de Pamplona –que revive el espíritu de la Concordia de Valladolid de 1550–, una serie de debates públicos sobre la II República, la Guerra Civil y la posguerra y el homenaje a los caídos que, según afirmó De la Quadra-Salcedo, permitan contrastar datos y diferentes visiones a la luz de la historia.
Por su parte, Falcó calificó de «impensable» que se toque un monumento «espectacular», e hizo un llamamiento a la ciudadanía para apoyar con sus firmas (se necesitan 6.000) la Iniciativa Legislativa Popular que busca que el Parlamento foral apruebe una ley para conservar el monumento. La campaña se va a articular a través de una página web.
Telmo Aldaz explicó que se habilitarán los cauces pertinentes para la recogida de firmas necesarias para su solicitud de admisión a trámite en la Cámara. Como establece la ley, son necesarias las firmas del uno por ciento de los electores del censo autonómico vigente el día de la presentación oficial de la iniciativa mediante registro en el Parlamento de Navarra.
Sobre la valoración patrimonial y calidad arquitectónica del Monumento, Ismael de la Barba instó a consultar el informe pericial presentado en el juzgado y explicó que “tenemos que tener en cuenta que nosotros somos simplemente administradores del patrimonio. El patrimonio no es nuestro, sino de las próximas generaciones, nosotros simplemente lo debemos administrar porque nuestro deber está en dejarlo como un elemento petrificado de un momento en el que se hizo, que va a ser testigo para que las futuras generaciones puedan estudiar y aprender lo que se hizo y que es lo que pasó en la época en la que se construyó”.
"La reconciliación no se consigue tirándolo", apunta el arquitecto a LA RAZÓN, "sino con los mecanismos necesarios para honrar a los caídos del otro lado".
A la rueda de prensa, a la que se había invitado a todos los grupos políticos del Parlamento, no faltó Vox.
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