Los Mossos d’Esquadra vuelven a estar en el punto de mira ante la oleada de protestas que prepara el independentismo. Con el precedente de la actuación de la policía catalana en el 1-O aún en la retina, el propio cuerpo policial ha querido desterrar todas las dudas a las puertas del ciclo de movilizaciones y acciones que planea el independentismo para bloquear Cataluña como respuesta a la sentencia del «procés», que, con toda probabilidad, se dictará hoy. En este sentido, el máximo responsable policial, Eduard Sallent, remitió una carta recientemente a los agentes en la que recalcaba que darán cumplimiento con las órdenes de jueces y fiscales.

Sallent, comisario jefe desde el 3 de junio, asegura que, durante los próximos días, los Mossos garantizarán el orden público, así como «los derechos de todas las personas». Para conseguir ese objetivo, Sallent explica que trabajarán conjuntamente con la Policía Nacional y la Guardia Civil. En este sentido, los tres cuerpos policiales ya llevan tiempo trabajando juntos y estarán presentes en el Centro de Coordinación Central (Cecor). Coordinado por los Mossos d’Esquadra, desde allí, se liderará el operativo policial para los próximos días. El Estado ha enviado 1.800 agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional a modo de refuerzo, que ahora están hospedados en hoteles en diferentes puntos de Cataluña.

El operativo, en todo caso, llega después de un choque simbólico entre la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra a raíz del discurso del director de la Benémerita en Cataluña, Pedro Garrido, en el que mostró una gran contundencia contra el independentismo e hizo referencias contra el mayor cesado Josep Lluís Trapero y la intendenta Teresa Laplana, investigados por la Audiencia Nacional, algo que desató una estampa de alta tensión: la cúpula de los Mossos d’Esquadra, presente en el acto de celebración de la patrona de la Guardia Civil en la comandancia de Sant Andreu de la Barca (Barcelona), se marchó. Si bien, tras ese episodio, la comunicación y la coordinación ha continuado entre las partes.

Asimismo, los agentes de los Mossos d’Esquadra no esconden su temor ante la oleada de caos que sobrevuela Cataluña. En este sentido, han pedido de manera encarecida que las órdenes sean dictadas por mandos policiales y suprimir cualquier injerencia política en diferentes reuniones, una petición que, sobre el papel, ha sido atendida por la cúpula policial Por otro lado, el sindicato mayoritario de la policía catalana, Uspac, critica que el Govern ha «improvisado» el plan de actuación para afrontar los próximos días.