Política

Barcelona

La pugna en Podemos amenaza con diluir el poder territorial

Las alianzas que sirvieron al PSOE hace cuatro años para gobernar están en peligro a pocos meses de los comicios de mayo por las disensiones en Podemos e IU

Al PSOE le preocupa que el PP sea el gran beneficiado de la crisis desatada por la alianza entre Errejón y Carmena. En la imagen, la alcaldesa, ayer en Madrid
Al PSOE le preocupa que el PP sea el gran beneficiado de la crisis desatada por la alianza entre Errejón y Carmena. En la imagen, la alcaldesa, ayer en Madridlarazon

Las alianzas que sirvieron al PSOE hace cuatro años para gobernar están en peligro a pocos meses de los comicios de mayo por las disensiones en Podemos e IU.

El mapa que dejaron los comicios de 2015 tiñó de rojo y morado comunidades y ayuntamientos, la mayoría fruto de acuerdos de gobierno o investidura entre los socialistas y Podemos o sus confluencias municipales. La dirección morada decidió no entrar en gobiernos presididos por el PSOE, de manera que el mapa autonómico se configuró a través de acuerdos y pactos con los que Podemos –que quedó por detrás del PSOE en las urnas– aupó a los socialistas en diferentes autonomías. En total seis comunidades se sostuvieron con el apoyo de Podemos en manos de los socialistas: Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares, Asturias, Valencia y Aragón.

A nivel local, algunas de las candidaturas municipalistas en las que se incluía Podemos sí lograron quedar por delante de los socialistas. Madrid, Barcelona, Zaragoza, Cádiz, A Coruña, Badalona y Ferrol se hicieron con gobiernos morados gracias al apoyo del PSOE. Y hubo ciudades donde se repitió el esquema de las comunidades autónomas: gobierno socialista con apoyo de Podemos. Oviedo, Alicante –recuperada después por el PP–, Castellón, Las Palmas y Córdoba, por ejemplo.

Pero las frágiles alianzas que la izquierda forjó están comprometidas no solo por el nuevo equilibrio de fuerzas en la derecha, sino por la disgregación de partidos como Podemos o la contestación que se vive en el seno de Izquierda Unida, que pueden poner en serios aprietos al PSOE para reeditar pactos de gobierno.

Con la entrada de un nuevo actor por la derecha (Vox) y una izquierda mermada en sus expectativas, el temor de perder la hegemonía territorial que cosechó Ferraz hace cuatro años a través de alianzas electorales, pero con el peor resultado de su historia, cunde entre los barones que miden los pasos a seguir con la intención de marcar distancias con la política de Pedro Sánchez, especialmente en Cataluña. Guillermo Fernández Vara dio un paso adelante el jueves, cuando la Asamblea de Extremadura votó a favor de aplicar el artículo 155.

Según el último CIS, el PSOE ganaría las elecciones en Extremadura, pero podría darse la circunstancia de que en esta ocasión las derechas se unieran para impedirle gobernar, como acaba de sucederle a Susana Díaz en Andalucía.

En Baleares, aunque fragmentada, la izquierda mantiene su hegemonía, si bien necesitará pactar. También en Asturias, con un Javier Fernández saliente que cederá el testigo al «sanchista» Adrián Barbón, tendrá que testarse el liderazgo del nuevo rostro socialista y cómo se articulan las alianzas en un territorio en el que el entendimiento entre la izquierda no acaba de fraguar.

Pero el cambio de rumbo que puede llegar en las citas electorales de mayo –autonómicas, municipales y europeas– lo está marcando Podemos, que vive otro capítulo más de su paulatina escisión, esta vez con Íñigo Errejón como protagonista. El que fuera cofundador y secretario político en los inicios del partido morado ha entregado su acta de diputado, como le exigían desde que anunciara su alianza con Manuela Carmena para aspirar a la Presidencia de la Comunidad de Madrid bajo la marca Más Madrid.

La papeleta en la capital no es fácil de desentrañar para las aspiraciones podemitas, que pasan por lograr un acuerdo con Carmena para concurrir juntos a las municipales y, al mismo tiempo, presentar un candidato a la presidencia regional que compita con el mismo partido con el que van de la mano en el Ayuntamiento de la capital.Y todo ello en un escenario en el que puede repetirse la jugada andaluza, con un pacto entre PP y Ciudadanos con respaldo de Vox que erradicara las opciones de la izquierda.

En cuanto a IU, acaba de perder a un histórico como Gaspar Llamazares, en la picota después de unas grabaciones en las que se mostraba dispuesto a presentarse a las elecciones europeas de este año con Actúa, la plataforma política que lidera desde 2017 con el ex juez Baltasar Garzón.