Juan Lobato renuncia a su sueldo como senador para regresar a su puesto en la Agencia Tributaria

Mientras el PSOE de Madrid daba este fin de semana carpetazo a la "era Lobato", con un Óscar López arropado por la plana mayor del partido, el propio Juan Lobato presumía de hacer deporte, ajeno a los festejos en la capital. Este lunes, el senador autonómico anunciaba su intención de mantener su labor como parlamentario, pero renunciando a su asignación salarial para reincorporarse a su puesto en la Agencia Tributaria.

Y en esto de no dar puntada sin hilo, el exsecretario general de los socialistas madrileños ha dejado caer, a través de un comunicado en sus redes sociales, que "es bueno que quienes nos dedicamos en algún momento a la política tengamos una carrera profesional y no nos desvinculemos de ella. Nunca hay que estar en política para vivir de la política. Y recuperar contexto y realidad social es muy conveniente cada cierto tiempo".

Tras el anuncio de Lobato, llegaba la breve pero contundente reacción del flamante secretario general del PSOE-M, Óscar López: "No le voy a dedicar ni un minuto, lo mío es ganar Madrid". El ministro de Función Pública se ha limitado a agradecerle "el trabajo realizado" y admitir que ni le ha llamado ni tiene intención de hacerlo.

Por su parte, el todavía senador socialista ha hecho balance de su periplo político y ha recordado sus nueve años como alcalde y portavoz parlamentario, antes de que la tormenta por la filtración de los datos de la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, arrasara sus aspiraciones. Así, tras pasar a un segundo plano, Lobato apunta que esos años en primera línea le servirán no sólo para "futuras etapas políticas", sino para "disponer de una concepción profunda y actualizada de la realidad en el ámbito profesional y fuera de la política".

Los verdugos de Lobato

Porque ese apego a la política no desaparece de la noche a la mañana, pese a que los nuevos dirigentes del PSOE de Madrid sean aquellos que el propio Lobato señaló como responsables del envío de los correos sobre los presuntos delitos fiscales del novio de Ayuso. Y es que, más allá de que Óscar López sea el nuevo secretario general de los socialistas madrileños, su exjefa de gabinete, Pilar Sánchez Acera, será la "número 2" en el organigrama del partido. Hay que recordar que fue precisamente ésta quien envió los comprometidos correos a Lobato, situación que desembocó en la dimisión de este último.

De este modo, el "sanchismo" hace oídos sordos a su señalamiento judicial y respalda a Sánchez Acera, asestando un nuevo golpe al que fuera secretario genera de los socialistas madrileños, que no dejará la política aunque pase a un segundo plano. Lobato volverá a su puesto a la Agencia Tributaria sin abandonar la Cámara Alta porque considera, según refleja en su comunicado, que "es su deber completar el trabajo desarrollado especialmente en las Comisiones de Hacienda, Economía y Comunidades Autónomas del Senado".

Asimismo, frente al ninguneo de su partido y las críticas ha aprovechado para recordar que la Asociación de Periodistas Parlamentarios le otorgó la distinción de "senador del año 2024" por su trabajo. "Compaginar participación política y trabajo profesional es algo deseable y además común a la inmensa mayoría de los políticos de este país", ha asegurado. Y ha hecho un aparte para subrayar que muchos alcaldes, concejales y militantes de toda España "dedican su tiempo y esfuerzos a sus vecinos sin esperar tener un sueldo público". En este sentido, "merecen que les tengamos siempre presentes y todo nuestro reconocimiento", ha concluido.

La "mafia" del PSOE

Y poco podía imaginar Lobato que sería el partido de la oposición quien se revelaría contra el nombramiento de Pilar Sánchez Acera, como secretaria de Organización del PSOE de Madrid. "Así se pagan los servicios prestados en el PSOE. Te comes el marrón que ordena tu jefe en una operación de Estado contra una adversaria y él te premia con un cargo en el partido tras defenestrar a quien primero te traicionó a ti. Son una mafia", manifestó el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano.

Un argumento que apunta directamente a la dimisión forzada de Lobato tras conocerse que éste había acudido a una notaría a registrar la conversación con Sánchez Acera, que incluía el polémico mail sobre Alberto González Amador, la pareja de Día Ayuso. No en vano, ese correo electrónico es el origen de la causa en el Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por presunta revelación de secretos.