Mano a mano con Guerra

Felipe González cree que "hay gente muy válida" para sustituir a Sánchez al frente del PSOE

El expresidente se "sienta" junto a Alfonso Guerra en una entrevista inédita en la que reconocen que hubieran sido expulsados si no fueran los fundadores del PSOE moderno

Alfonso Guerra y Felipe González, en la celebración del 25 aniversario de la primera victoria socialista, en 2007
Alfonso Guerra y Felipe González, en la celebración del 25 aniversario de la primera victoria socialista, en 2007larazon

Una entrevista inédita. Dos pesos pesados del PSOE, mano a mano, por primera vez en un plató de televisión. "Espejo Público" ha conseguido esta mañana "sentar" juntos a Felipe González y Alfonso Guerra -este a través de una pantalla- para comentar su visión de la actualidad política y del devenir de su partido en vísperas de la celebración del 41º Congreso Federal de la formación, al que no se espera que acuda ninguno de ellos, porque, tal como ha reconocido el propio expresidente no se le ha invitado.

En este cónclave se producirá la reelección de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. La tradición dice que un líder del PSOE que esté, a su vez, sentado en La Moncloa no suele ver su cargo comprometido, pero en este caso ni siquiera habrá primarias porque el también presidente ha sido el único candidato en presentarse al proceso. Pese a que no haya oposición, en la práctica, González ha abierto el melón del día después. De un horizonte del partido sin Sánchez al frente. "Claro que podría no ser Sánchez. Le aseguro que en el partido hay gente muy valiosa. Yo tengo en la cabeza varios", ha reconocido, sin querer dar más detalles.

"Si se conoce públicamente lo que sale de mi cabeza, está muerto", ha dicho, en referencia a ese hipotético candidato alternativo. Y es que el expresidente ha lamentado que la actual dirección del PSOE no tolera ningún tipo de crítica ni debate interno. "En este partido la tragedia es que la discrepancia es estar de acuerdo con lo que decía el partido en su programa electoral", ha señalado, sobre los cambios de criterio del propio Sánchez. En cualquier caso, ha defendido su opinión discrepante con la dirección de Ferraz: "Yo ayudo a la coherencia del partido y cuando la pierde, intento no perderla".

Preguntado sobre si cree que hubieran sido expulsados del PSOE, como les ha pasado a otros exdirigentes, si no hubieran sido ellos los creadores del partido moderno, González ha sido rotundo: "Sí". "Renovarse siempre viene bien a todos los partidos. Estamos en un momento que recuerda a 1934, el más enredado de la historia del PSOE", ha añadido Guerra. "Cuando se avisa de que va a venir la extrema derecha, el partido reacciona sacando una revolución. Estamos un poco igual. Como viene la extrema, pactemos con Puigdemont. La garantía de una renovación es que la gente se plantee las cosas con serenidad. Los militantes tienen la obligación de señalar lo que consideren que debe cambiar Nicolás Redondo es un buen socialista, los hay que no tienen carné del partido. Sería un mal augurio pensar que sólo son buenos los que están dentro", ha denunciado.

Alfonso Guerra ha reivindicado su coherencia frente a los cambios de opinión de la dirección: "Yo defiendo exactamente lo que defendía antes de las elecciones, es el partido el que cambia de opinión a partir del 23 de julio por la necesidad de unos votos", ha reseñado, en alusión directa al giro de guion respecto a la concesión de la amnistía por la necesidad de los 7 votos de Junts. "¿Es lógico pactar con otros para tener mayoría a cambio de suprimir el delito de secesión, de una amnistía no constitucional o de un concierto económico con Cataluña? A mí no me parece justo", ha apuntado Guerra. "¿Se puede pactar por todo, pero hay que ceder en todo con tal de tener la mayoría? Yo creo que no", ha añadido.

Sobre el cupo catalán, Guerra se ha mostrado especialmente crítico: "El nacionalismo ha inventado un término, la ordinalidad, que significa que el que sea el número uno en renta no deje nunca de ser el número uno. Que el más rico nunca deje de ser el más rico. Eso es lo contrario al socialismo. No se puede aceptar", ha valorado, aunque -como ha apuntado Susanna Griso, esta ordinalidad fuera en el programa del PSC en las elecciones. "No puede cambiarse eso por una mayoría y hay que pensar en elecciones", ha añadido.

El "trapicheo" de la reforma que excarcela etarras

En este sentido, González ha abundado en que un partido político como el PSOE tiene que tener "una vocación mayoritaria", algo que, en su opinión, ha perdido en los últimos tiempos. "Nosotros nunca renunciamos a la vocación mayoritaria del partido porque hay que ofrecer un proyecto a la sociedad que sea aceptable para la mayoría social", ha asegurado. En esa línea, ha rechazado la amnistía a los políticos del "procés", a cambio de los votos de Puigdemont. "La amnistía es pedir perdón a quien ha atentado contra la propia Constitución. Yo no estoy dispuesto a dar ese paso, nos deslegitima frente a todos", ha criticado.

También sobre la reforma legal que permitirá la excarcelación de una cuarentena de presos de ETA, González también se ha mostrado contrario: "Si hay una directiva europea, lo razonable es aplicarla. Lo que no se debe hacer es el trapicheo este. Se puede hacer seriamente". "El Gobierno dice que es de obligado compromiso, como si fueran las tablas de Moisés, pero hay muchísimas excepciones", ha continuado el expresidente, recordando que hay otras directivas de Bruselas que España ha decidido no aplicar como la que obligaría a superar el 5% para tener representación en las elecciones europeas, dado que esto dejaría fuera a sus socios independentistas al ser una circunscripción única.