ERC pide en el Congreso acabar con los desfiles y rebajar el gasto en Defensa

Esquerra ha aprovechado el Día de la Fiesta Nacional para mostrar, nuevamente, su rechazo a las Fuerzas Armadas. En este sentido, ha anunciado que ha registrado una proposición no de ley (es una iniciativa parlamentaria sin efectos vinculantes, pero sí permite a los grupos parlamentarios posicionarse sobre una cuestión) para instar al Gobierno a "suprimir los desfiles militares o cualquier otro acto o ceremonia militar o castrense que supongan un gasto superfluo de exhibición militar" y a "recortar el Presupuesto del Ministerio de Defensa destinado a tales fines y dedicarlos a partidas presupuestarias de políticas sociales".

Ambos puntos se debatirán y votarán en un pleno, aunque todavía sin fecha: por ahora parece lejos que el Congreso vaya a convocar sesiones parlamentarias sin que haya habido antes una investidura. La actividad parlamentaria ha quedado a expensas de un acuerdo de Pedro Sánchez con los independentistas para ser reelegido presidente del Gobierno.

Esquerra critica al Gobierno porque asegura que "no escatima en dilapidación de dinero público" con los desfiles del Día de la Hispanidad del 12 de octubre y del Día de las Fuerzas Armadas del 30 de mayo. No obstante, en la Exposición de Motivos, Esquerra ahonda sobre todo en el 12-O, ya que critica que el "coste medio anual de dicha festividad de unos 600.000 mil euros". "Resulta inevitable mostrar preocupación por el derroche de dinero público que este año pueda ejecutar el Ministerio de Defensa de Margarita Robles", señala ERC en la iniciativa parlamentaria, que lleva la firma de los diputados Francesc Marc Àlvaro y Gabriel Rufián.

Los republicanos también aprovechan para volver a la carga y reclamar que se rebaje el presupuesto del Ministerio de Defensa, una polémica que abren muy recurrentemente y cuenta con el apoyo de formaciones afines, como Bildu o Podemos. ERC suele hacer énfasis para rebajar el gasto en Defensa durante las negociaciones de los presupuestos generales del Estado, aunque casi siempre suele chocar con el compromiso del Gobierno del PSOE con la OTAN de alcanzar el 2% del PIB en 2029.

La invasión de Rusia en Ucrania ha hecho reaccionar al Gobierno e incrementar la partida presupuestaria en Defensa para 2023, ya que, según el informe de la OTAN de 2022, España fue el año pasado el segundo país que menos gastó en porcentaje sobre PIB, quedándose en un 1,07% mientras la media de los aliados se sitúa en el 1,65%. En 2021 se quedó solo en el 1,04% del PIB, tan solo superado por Luxemburgo.

Según las estimaciones de la OTAN, España acabará este 2023 destinando un 1,26% del PIB a gasto en Defensa, es decir, mejorará ostensiblemente las cifras de los dos últimos años, aunque seguirá muy lejos del compromiso del 2%. En este sentido, este aumento permitirá a nuestro país escalar una posición y superar a Bélgica, quedando ya tercera en gasto como porcentaje sobre el PIB.

Esquerra ha reabierto la polémica en torno a la Defensa en un momento comprometido tanto internacionalmente como nacionalmente. A nivel internacional porque Europa se halla bajo la amenaza bélica de dos frentes: por un lado, la invasión rusa de Ucrania; y, por otro, la ofensiva de Hamás contra Israel que puede derivar en un duro conflicto en Oriente Medio que implique a actores importantes. A nivel nacional porque ERC está negociando con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. Sí es cierto que los republicanos han fijado ya sus condiciones y pasan por la amnistía, el referéndum, el "déficit fiscal" y el traspaso de Rodalies, pero son peticiones que solo tienen como objetivo un acuerdo para la investidura. El propio Gabriel Rufián ya advirtió: "Partido a partido", lo que indica que los republicanos volverán a la carga durante la negociación de los presupuestos.

Pere Aragonès, president de la Generalitat y dirigente de ERC, ha vuelto a dar plantón y no ha estado en el desfile militar en Madrid: como presidentes de la Generalitat, tan solo han acudido los socialistas Pasqual Maragall y José Montilla y el convergente Jordi Pujol. Artur Mas no fue ninguna vez y no solo eso, sino que estando como líder de la oposición, criticó a los presidentes socialistas que sí acudían a Madrid por el Día de la Fiesta Nacional.