Pinza Puigdemont-Illa

ERC se hunde y enfría la opción del tripartito

Aragonès insinúa que Esquerra trabajará en la oposición mientras está en juego su continuidad al frente del partido

AMP.- 12M.- Aragonès afirma que ERC trabajará "en la oposición" y ve muy malos sus resultados
AMP.- 12M.- Aragonès afirma que ERC trabajará "en la oposición" y ve muy malos sus resultadosEuropa Press

Pere Aragonès no será presidente. Adelantó las elecciones pero no ha encontrado su espacio ni ha podido con la pinza de Puigdemont y Salvador Illa. ERC se ha hundido de forma estrepitosa. Quiso echar mano de su obra de Gobierno sin darse cuenta de que era inexistente. «El presidente nunca toma una decisión», era una losa que lo ha perseguido durante toda la legislatura y que se le ha afeado en la campaña electoral. Y ahora, tal y como apuntó tras el recuento, asume que le tocará estar en la oposición en lo que calificó de «nueva etapa».

Pero la pérdida de 13 diputados también pone en cuestión la continuidad del propio Aragonès, que no dejó espacio a Oriol Junqueras en esta campaña, lo que generó un fuerte malestar entre los partidarios del presidente del partido. Y ahora, Junqueras, con la ley de amnistía aprobada –se hará formalmente en los próximos días– puede optar a dirigir el partido sin bicefalias y a ser el próximo candidato, porque ERC está tocada pero tenía la llave de investir al presidente de la Generalitat. Sin olvidar que, con su posición, si no apoyase a ninguna de las dos opciones mayoritarias, puede ser señalada como culpable de la repetición electoral. Con estos resultados, Esquerra se aboca a un escenario incierto. Primera incógnita, saber si Pere Aragonès continuará; segunda, a quién dará su apoyo; tercera, cuál será su papel en Madrid, y cuarta, si provoca nuevas elecciones.

Evolución del voto de ERC, elecciones Cataluña 2024
Evolución del voto de ERC, elecciones Cataluña 2024Tania NietoLa Razón

La noche electoral se hizo eterna para los republicanos. Los sondeos eran malos pero la marcha del escrutinio fue todavía peor. Poco a poco las expectativas de ERC se reducían hasta la mínima expresión, cosechando un sonoro fracaso que les deja por debajo de lo que consiguieron los republicanos en las elecciones de 2006, cuando apoyaron la Presidencia de José Montilla con 21 diputados.

Pere Aragonès calculó mal. El rechazo de los Comunes a los Presupuestos no obligaba a convocar elecciones. Quedaba la opción de volver a negociarlos. Pero Aragonès pensó que pillaba en fuera de juego a Illa, acosado por el tema de las mascarillas, y a Junts, porque Puigdemont deshojaba la margarita sobre si se presentaba. Y pensaba que tenía una buena gestión que presentar. No acertó en ninguna de sus apuestas. Illa salió reforzado, Puigdemont se presentó y la gestión de Gobierno no ha convencido al electorado. El cerebro gris de Aragonès, Sergi Sabrià, no ha estado acertado y ha cosechado una derrota sin paliativos.

El partido republicano se ha dejado 13 escaños respecto a las elecciones de 2021

Las próximas horas serán claves para saber quién es el nuevo timonel de ERC. Junqueras tiene ganas y Aragonès ya dijo que no estará en un gobierno en el que no sea presidente. Pero quizá tampoco será dirigente de su partido porque la polarización de la campaña se trasladará a una polarización de la legislatura. Aún tendría ERC una posibilidad: entrar en un Ejecutivo de coalición, ya sea con Puigdemont o con Illa, pero a la vez es la decisión más complicada, porque el partido está en crisis y sin liderazgo. Además, en él conviven diferentes sensibilidades y tiene un cierto «gen suicida» que le lleva a tomar decisiones que pueden ser contraproducentes.

La digestión electoral será muy pesada para ERC. En los últimos días, dirigentes del partido decían que «bajar de 25 diputados sería una catástrofe». Hoy la ejecutiva se reunirá para analizar la magnitud de esa catástrofe. Las caras de anoche de los dirigentes y cuadros del partido lo decían todo. Decepción, frustración y alguna crítica velada al presidente y la forma de llevar la campaña. Aragonès compareció flanqueado por Junqueras y Laura Vilagrà. Reconoció los malos resultados, que la línea política de ERC no ha sido apoyada y miró a nuevos liderazgos. No dejó muy claro Aragonès cuál será la apuesta de Esquerra. Él no la decidirá.