PSOE, Podemos y PNV se reafirman en la derogación

Los socialistas mantienen que la prisión permanente revisable «no es constitucional».

El asesinato del pequeño Gabriel Cruz ha vuelto a poner el debate sobre la derogación de la prisión permanente revisable encima de la mesa. Durante semanas los padres de otras víctimas como Diana Quer y Mariluz Cortés han peleado por mantener viva la expectativa de que el Congreso no dé carpetazo el próximo jueves a la norma aprobada en 2015. Sin embargo, y a pesar del contexto proclive para replantear sus posiciones, tanto el PNV –impulsor de la proposición de ley– como PSOE y Unidos Podemos, cómplices para que salga adelante, se reafirmaron ayer en su veto a la que califican de «cadena perpetua», tal como ya apuntaba ayer este diario.

La vicesecretaria general socialista, Adriana Lastra, llamó a «no legislar ni juzgar en caliente» y mostró su disconformidad con una norma que los socialistas consideran «inconstitucional». «Mantenemos nuestra posición y vamos a votar en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Ciudadanos», señaló en rueda de prensa en Ferraz. El PSOE tampoco prevé hacer movimientos hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el recurso presentado por el PSOE. En la misma línea se manifestó el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, impulsor de la proposición de ley. En una entrevista, el diputado jeltzale defendió que, precisamente, crímenes como el de Gabriel demuestran que la prisión permanente revisable no evita que se cometan determinados delitos. En declaraciones a Onda Vasca, recordó que el sistema penal español ya contempla instrumentos para que un delincuente pueda cumplir 40 años de prisión de forma íntegra. «Qué se busca, justicia o venganza?», se preguntó.

También la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero mantuvo la derogación de la prisión permanente revisable. La dirigente morada mandó «un abrazo y todo nuestro cariño a la familia de Gabriel» y dijo compartir el dolor con la familia del menor. Un dolor que los partidos tienen que «ser capaces de transformar en soluciones eficaces». «La prisión permanente revisable no lo es, así lo dicen todos los expertos, que coinciden de forma unánime en esto».