Cristina Narbona
Sánchez retoma la vía Iceta: Torra controlaría los jueces
El partido rectifica su programa e incluye a última hora una mención velada al federalismo tras expresar el PSC su malestar.
El partido rectifica su programa e incluye a última hora una mención velada al federalismo tras expresar el PSC su malestar.
Cataluña es uno de los ejes sobre los que el PSOE va a pivotar su campaña. Los socialistas quisieron colocar la dinámica catalana en el centro de su estrategia electoral –junto a la exhumación de Francisco Franco– cuando valoraron forzar la repetición electoral. Sin embargo, las dimensiones de esta decisión sobrepasaron cualquier previsión cuando la escalada violenta se recrudeció en las calles. En Moncloa estaban preparados para algaradas radicales motivadas por la sentencia del «procés», pero siguen a la expectativa de cómo puedan evolucionar los acontecimientos durante la campaña, evitando dar un paso en falso bajo las premisas de la proporcionalidad y la firmeza.
La crisis catalana se concibió como un desafío y, a la vez, una oportunidad para Moncloa. El mejor escenario para hacer valer el giro al centro de Pedro Sánchez. Sin embargo, en este contexto el presidente en funciones y candidato socialista camina en el alambre, haciendo equilibrios entre su compromiso constitucional y las sensibilidades que recorren su partido. El viraje de Sánchez no ha sido precisamente al centro, sino discursivo y se vio en las últimas horas en el borrador del programa electoral que el partido distribuyó el martes a las federaciones y también, de forma selectiva, a varios medios de comunicación. En él, se había eliminado cualquier referencia a la plurinacionalidad y el autogobierno, menciones que sí aparecían –aunque veladas– en la oferta programática del 28-A. Este hecho no pasó desapercibido al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que telefoneó a la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, para que se incluyera el reconocimiento a la «realidad plurinacional».
El daño ya estaba hecho y la rectificación vino en forma de párrafo añadido en el apartado «Estado autonómico», donde en la versión inicial el PSOE garantiza su apuesta «por una España fuerte y cohesionada, estructurada a partir de la Constitución y de los Estatutos de Autonomía. Mejoraremos la colaboración institucional con todas las comunidades autónomas y abordaremos el conflicto de convivencia en Cataluña impulsando el diálogo entre catalanes y también entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña, siempre dentro de la Constitución y del Estatuto de Autonomía».
A esto se sumó a última hora que «al menos desde 2003, en Santillana del Mar, el PSOE se ha comprometido a las reformas necesarias para un nuevo impulso del autogobierno, luego concretadas en la Declaración de Granada de 2013 y en la Declaración de Barcelona de 2017», una fórmula prácticamente calcada a la que aparecía en el programa del 28 de abril, donde además se apuntaba que «si nuestras propuestas hubieran sido aplicadas no nos encontraríamos en la situación actual». Hace cinco meses también se defendía el «reconocimiento de las singularidades» de los distintos territorios en sus propios estatutos de autonomía y el PSOE aspiraba a una definición «más precisa» de los aspectos identitarios, históricos, culturales, políticos y lingüísticos. Ambas referencias también han desaparecido ahora.
Fue el propio Sánchez quien tuvo que salir al paso de esta rectificación ayer, negando que el programa electoral hubiera eliminado las alusiones al federalismo, que sí se incluyeron a última hora. En una entrevista en «Espejo Público» de Antena 3, el candidato socialista precisó el porqué de este vacío en la primera versión del documento. «Se ha filtrado un programa electoral que no estaba terminado. Claro que vamos a incorporar la declaración de Granada y Barcelona en el texto programático», aseguró. Sin embargo, paralelamente el propio Miquel Iceta se felicitaba en redes sociales del paso atrás del PSOE, publicando una noticia que aludía a las «presiones» del PSC para que se formalizara el cambio y tuiteando la versión final del programa que prevé la alusión a la Declaración de Barcelona. Para los socialistas catalanes resultaba ciertamente difícil asumir un cambio que les complica la campaña y que ya estaban aprovechando desde ERC para erosionarles. «Nunca como ahora el PSC había estado tan subordinado al PSOE. ?Ahora incluso renuncian al federalismo?», se preguntaba Oriol Junqueras en su cuenta de Twitter. Ciertamente, la reforma en clave federal de la Constitución es desde hace años la receta del PSOE para solventar la crisis catalana, aunque no está en su agenda inmediata promover un cambio en este sentido en la Carta Magna.
Desconcentrar los jueces
El giro de Sánchez, abandonando el federalismo, obedece a que la Declaración de Barcelona que se rubricó en 2017 entre el PSOE y el PSC corresponde al líder del PSOE en la oposición y no en el Gobierno. En ella, los socialistas defendían recuperar algunos de los postulados del Estatut que el Tribunal Constitucional tumbó en 2010. Además de «avanzar hasta reconocer plenamente el carácter plurinacional» de España, los socialistas se comprometían a impulsar, entre otras medidas, la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, «incorporando las previsiones sobre el Consejo de Justicia de Cataluña y configurándolo como una instancia desconcretada del propio Consejo General del Poder Judicial».
Recuperar la desconcentración de los jueces catalanes, supone un nuevo giro de guión del propio Sánchez, que hace menos de un mes –en el entorno del segundo aniversario del referéndum ilegal del 1-O– en una entrevista a «Nius» sorprendía al afirmar que no era partidario de una mayor descentralización en Cataluña, sino que quería mantener el actual «statu quo» en relación con el Estatut catalán. Esta declaración suponía un cambio en el discurso que venía manteniendo hasta entonces sobre la conveniencia de mejorar y profundizar en el autogobierno catalán y que ahora recupera en el programa electoral.
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