José María Aznar clausuró ayer la décima edición del Campus FAES con un discurso muy reivindicativo de las propuestas y de los debates que plantea la Fundación que preside, la fundación del PP, entre ellos, algunos que inevitablemente en estos momentos colocan en una situación delicada al Gobierno de Rajoy, como es el caso de la reforma fiscal. Aznar también abandera una profunda reforma de la Administración Pública que va más allá del informe que hace dos semanas pasó el trámite del Consejo de Ministros. Ahora bien, ayer mantuvo la estrategia de no mezclar los cursos de verano de FAES con ningún tipo de crítica o valoración de la acción del gobierno que desviara la atención de su objetivo principal: agitar el debate de las ideas y seguir marcando la guía en determinadas reformas estructurales aún pendientes. Por eso cerró esta edición del Campus FAES limitándose a defender el trabajo de la fundación: «Hemos realizado lo que se espera de nosotros, que es estimular los debates necesarios y constructivos para España y poner sobre la mesa propuestas fundadas que deben ser analizadas, que pueden ser discutidas y en algunos casos incluso pueden ser aprovechadas». También recordó que los dos pilares que guían al «think tank» de FAES son la «libertad y España». Y como ya dijo en la entrevista en Antena 3 que tanto dio que hablar, ayer volvió a enmarcar toda su acción y la de la fundación en el objetivo de «pensar lo mejor» para España. «Hacemos siempre nuestro trabajo aportando ideas para el presente y el futuro de nuestro país», concluyó.