Barcelona
El 1-O encumbra a Rivera, hunde a Podemos y refuerza el bloque centro-derecha
El PP sería hoy el partido más votado en unas elecciones generales con un 28 %, según el CIS que confirma la fuerte caída de Unidos Podemos, mientras que Ciudadanos sube tres puntos (17,5%) y el PSOE pierde siete décimas (24,2 %).
El PP sería hoy el partido más votado en unas elecciones generales con un 28 %, según el CIS que confirma la fuerte caída de Unidos Podemos, mientras que Ciudadanos sube tres puntos (17,5%) y el PSOE pierde siete décimas (24,2 %).
El desafío soberanista en Cataluña ha capitalizado la escena nacional hasta tal punto, que el rol que juega cada uno de los actores políticos en esta crisis tiene ya su efecto en las perspectivas electorales a nivel estatal. Según esta traslación, los españoles premian la contundencia representada por Ciudadanos y castigan la ambigüedad y los coqueteos de Unidos Podemos con el independentismo, colocando a los naranjas a un punto del «sorpasso» a los morados. Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) la formación de Albert Rivera es la que rentabiliza el pulso secesionista al Estado con hasta tres puntos de subida, 17,5% de los sufragios, mientras que los de Iglesias caen casi dos puntos (18,5%). PP (28%) y PSOE (24,2%) sufren un ligero desgaste, pero mantienen su equilibrio de fuerzas.
La encuesta se realizó entre el 2 y el 11 de octubre, por lo que recoge esencialmente el impacto de la celebración del referéndum ilegal del 1-O y de las cargas policiales. Pero también de los acontecimientos que se produjeron a continuación como consecuencia de estos hechos: el inédito discurso del Rey, la declaración ante la Audiencia Nacional del mayor de los Mossos, José Luis Trapero, y los líderes de ANC y Òmnium Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, la concurrida manifestación de Barcelona en defensa de la unidad de España, el abandono masivo de empresas o la declaración y posterior suspensión de la independencia en el Parlament por parte de Carles Puigdemont. Aunque durante este lapso de tiempo el PSOE también explicitó su apoyo al Gobierno en la aplicación del 155, el barómetro no recoge el efecto de su aprobación ni de la encarcelación de Oriol Junqueras, siete ex miembros del Govern y los «Jordis» o la huida de Puigdemont a Bélgica.
Si hoy se celebrasen elecciones, el PP volvería a ser el partido más votado con el 28% de los votos. Los populares sufren un ligero desgaste con la gestión del conflicto: se dejan ocho décimas desde julio y cinco puntos desde el 26-J, cuando obtuvieron un 33% de los sufragios. Las cargas policiales del 1-O o la fallida operación diálogo lastran ligeramente al partido del Gobierno que encadena un año de caídas, desde que en la encuesta de octubre de 2016 marcara su mejor dato, un 34,5%, con el desbloqueo político de la investidura de Mariano Rajoy. A pesar de esta bajada, el bloque de centro derecha que articula con Ciudadanos y que le mantiene actualmente en el poder se ve apuntalado con un 45,5% de los sufragios, mientras que el de izquierda que representan PSOE y Unidos Podemos sólo aglutina al 42,7% de los votantes. En cuanto al trasvase de votos, los populares tienen su principal fuga hacia Ciudadanos, un 12,3%, mientras que los naranjas que ahora votarían al PP solo representan un 3,3%. Por su parte, el PSOE recibe más electores de Podemos (un 6,5%) de los que cede a Iglesias (un 2,6%).
Los socialistas también sufren el apoyo al Gobierno en la crisis catalana y pierden siete décimas. Con un 24,2% de los votos, se consolidan como segunda fuerza con 1,5 puntos más que el 26-J (22,7%), aunque el «efecto Sánchez» que les llevó a escalar cinco puntos en julio –con su vuelta a la Secretaría General– se ve ahora desdibujado.
El peor parado de la encuesta es el partido de Pablo Iglesias, que repite como el peor valorado de los principales líderes. Los morados sufren su indefinición en la crisis catalana y ceden 1,8 puntos respecto al barómetro de julio, lo que hace peligrar la tercera fuerza. Más acusada es la caída si se compara con los resultados del 26-J, perderían 2,6 puntos desde el 21,1% que marcaron entonces. De los partidos que componen la coalición Unidos Podemos, la marca de Iglesias es la que capitaliza el descenso. La otra cara de la moneda la representa Ciudadanos. Es el partido que rentabiliza la fluctuación del voto y su lucha inequívoca contra el nacionalismo, le lleva a cosechar su segundo mejor dato desde su aparición como fuerza de carácter nacional, solo el 19% registrado en noviembre de 2015 supera el registro de 17,5% de octubre. Albert Rivera se estrena también como el mejor valorado de los principales líderes políticos.
En el plano catalán, ERC y PDeCAT también sufren el desgaste de la ofensiva soberanista. Los republicanos obtendrían un 2,7% y registran un ligero descenso de dos décimas respecto al barómetro de julio, pero suben una con respecto al 26-J. Por otro lado, el PDeCAT aumenta una décima respecto a la encuesta de julio pasando del 1,6% de entonces al 1,7% actual, pero se coloca tres décimas por debajo de lo que obtuvo en las elecciones generales de junio de 2016.
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