El Ejército del Aire recibe un realista simulador de helicópteros que reduce costes y mantenimiento

El Ala 48 cumple con un nuevo hito en la implantación de un sistema de armas: el helicóptero NH 90. Se trata de un nuevo sistema de entrenamiento implantado en la Base Aérea de Cuatro Vientos y que ha sido desarrollado por Indra, siendo la versión más avanzada de su simulador NH90. El sistema ofrece un nivel de realismo excepcional y una enorme capacidad para interoperar con otros simuladores facilitando el entrenamiento conjunto y la preparación de misiones de máxima complejidad.

Este martes se ha llevado a cabo el acto de entrega del simulador del helicóptero al que han asistido la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, acompañada por el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA), el general Francisco Braco, el jefe de la DGAM, almirante Aniceto Rosique y el presidente de Indra, Ángel Escribano.

Este constituye el tercer simulador (FMS, Full Mission Simulator) de esta clase que Indra desarrolla para las Fuerzas Armadas españolas. Está basado en la misma configuración que los dos simuladores ya entregados previamente, también por Indra, al Ejército de Tierra y que están operativos en el Centro de Simulación de Helicópteros (CESIHEL) de la academia de aviación del Ejército de Tierra (ACAVIET), en la Base de Agoncillo (La Rioja), aunque actualizado con los últimos avances tecnológicos.

El nuevo simulador apuesta por el uso de los equipos de aviónica de la propia aeronave para replicar de forma fiel la cabina y asegurar que el piloto se familiariza con el equipamiento de navegación y misión real. En particular, permite a la tripulación el entrenamiento con el casco de misión y su equipamiento de visión nocturna, proporcionando un alto grado de realismo. Esta característica distingue a los sistemas de Indra y facilita la evolución del simulador en paralelo a cualquier mejora que se incorpore a la aeronave en el futuro.

Impresindible para cualquier Ejército moderno

Los simuladores se han convertido en una herramienta imprescindible para cualquier ejército moderno. Permite a los pilotos practicar maniobras arriesgadas como la entrada en autorrotación y responder a situaciones de emergencia que no se pueden entrenar en la vida real sin comprometer la seguridad de vuelo, tales como el fallo de los dos motores o el fallo del rotor de cola. Además de la preparación de misiones recreando a la perfección el ambiente en zonas de conflicto.

La fidelidad que ofrece este simulador reduce además, en hasta un 40% las horas de vuelo necesarias en la aeronave real para formar al piloto, lo que agiliza de forma notable su preparación. Además, tiene capacidad para interoperar con otros simuladores, pudiendo conectarse mediante el estándar de arquitectura HLA, para facilitar un entrenamiento conjunto con otras bases y, en particular, con los dos simuladores NH90. Esto equivaldría a disponer de un campo de maniobras virtual donde poder preparar las operaciones más complejas y repetirlas todas las veces que sea necesario hasta alcanzar el grado de coordinación y precisión deseado.

Esta adquisición cuenta con una sala de control desde donde se monitorizan todos los movimientos del simulador, siendo posible controlar el sistema de simulación de manera remota, manipular el entorno sintético y cargar los distintos escenarios de misión. También dispone de un hangar de simulación que se encuentra en el sistema de FMS apostando así por el uso de los equipos de aviónica de la propia aeronave para replicar de forma fiel la cabina y asegurar que el piloto se familiariza con el equipamiento de navegación y misión real.