Los diplomáticos, indignados por la recolocación de exministros de Sánchez como embajadores políticos

Los nombramientos del exministro de Industria, Héctor Gómez, y del de Cultura, Miquel Iceta, como representantes permanentes ante la ONU y la UNESCO, respectivamente, ha despertado el recelo y malestar entre los miembros de la carrera diplomática.

El canario Gómez y el catalán Iceta son ajenos al cuerpo, carecen de trayectoria internacional y no poseen el perfil técnico que se esperaría en el encargado de representar a España ante sendos organismos internacionales con sede en Nueva York y París, según alerta la asociación profesional mayoritaria del gremio, que no ha querido ocultar su "preocupación y disconformidad".

La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), que aglutina a casi el 70% de sus miembros del cuerpo profesional, ha advertido de las serias consecuencias que para la imagen exterior de España puede tener la colocación de políticos como embajadores en la mayoría de estos destinos de gran relevancia internacional, especialmente cuando su último cargo ha sido el de ministro del Gobierno.

Tras aprobarse el martes a propuesta del propio ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el destino profesional de los hasta ahora ministro socialistas, la junta directiva de ADE ha considerado "particularmente inquietante" que los nombramientos se hayan producido en dos puestos "especialmente técnicos y sensibles, sobre todo en la actual coyuntura geopolítica" a los que "tradicionalmente acceden diplomáticos de contrastada valía en las relaciones internacionales y, especialmente, en el complejo mundo de la diplomacia multilateral", tal y como recoge Europa Press.

Admiten, asimismo, que el caso de Héctor Gómez la indignación es mayor al ser la primera vez que un político ocupa la representación ante la ONU, un cargo considerado de los más cotizados y que acostumbra a ser asumidos por los diplomáticos de mayor prestigio y experiencia. Más aún, señalan, teniendo en cuenta que fue durante un año, de septiembre de 2021 al mismo mes de 2022, el portavoz del PSOE en el Congreso y, anteriormente, el secretario de Relaciones Internacionales de Ferraz.

Con estos dos nuevos nombramientos ya son seis las misiones permanentes de nuestro país ante países extranjeros u instituciones internacionales que tienen a su frente a embajadores políticos.

Carmen Montón, que fue brevemente ministra de Sanidad y Bienestar Social en el primer gobierno de Sánchez, fue nombrada año y medio después de su marcha embajadora observadora de nuestro país ante la Organización de Estados Americanos (OEA), cuya sede se encuentra en Washington.

La también exministra de Educación Isabel Celaá, que lo fue hasta julio de 2021, fue nombrado a comienzos del pasado año embajadora del Reino de España ante la Santa Sede en Roma.

El dirigente del PSOE vasco Manuel Escudero, miembro también de la Ejecutiva Federal como secretario de Economía y Empleo, es el embajador español ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en París desde que Sánchez llegó a la Moncloa en 2018.

El embajador de España en Cuba, Ángel Martín Peccis, está considerado como embajador político ya que no lo es de carrera, pese a que no es militante socialistas.

Con el nombramiento de Iceta, además, se sigue con una práctica que asemeja estar camino de tornarse en costumbre en el caso de la representación diplomática ante la UNESCO ya que su antecesor en el Ministerio y en la embajada es la misma persona, José Manuel Rodríguez Uribes. El dirigente del PSC será el tercer político en ocupar el puesto en los últimos cinco años.