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Terrorismo

Dignidad y Justicia pide 52 años de prisión para "Kubati" y otros cinco exetarras por organizar homenajes a miembros de ETA

La asociación de víctimas recuerda que estos actos responden a una "histórica directriz" de la banda criminal para "justificar" su actividad terrorista

Homenaje a presos de ETA tras su salida de prisión FotoEfe

Dignidad y Justicia (DyJ) pide a la Audiencia Nacional que condene a ocho años y ocho meses de prisión, y al pago de una multa de 27.000 euros, por delitos de organización criminal y humillación a las víctimas y enaltecimiento del terrorismo, al exdirigente de ETA Antonio López Ruiz, "Kubati", y a los exintegrantes de la banda terrorista Haymar Altuna, Oihana Garmendia, Oihana San Vicente, Carlos Sáez de Egilaz y Felipe San Epifanio por la organización de más de un centenar de homenajes a presos etarras de 2016 a 2020 a través de "Kalera Kalera" (a la calle), la plataforma abertzale de apoyo a los reclusos de la organización.

A través de "Kalera Kalera", afirma la asociación que preside Daniel Portero, se impulsaba la organización y celebración de actos de homenaje y recibimiento a los miembros de ETA excarcelados o huidos de la justicia, tras su vuelta a España por la prescripción de sus causas pendientes, y a los etarras fallecidos o para conmemorar el aniversario de su muerte

En su escrito de conclusiones, la abogada de Dignidad y Justicia, Vanessa Santiago, sostiene que los acusados, como miembros de la Comisión de Presos de Sortu, expresamente creada para aglutinar las cuestiones relativas a los reclusos etarras que se mantenían fieles a los postulados ideológicos de ETA, asumieron "labores de dirección y coordinación", actuando con una "clara vocación de permanencia y estabilidad", asumiendo cada uno "un claro reparto de funciones para la consecución de sus objetivos" y desarrollando una actividad dirigida a "organizar de forma sistemática y sistematizada los actos de homenaje a los presos con la consiguiente humillación y vilipendio a las víctimas del terrorismo". Para ello, se valían de la dinámica "Kalera Kalera", aunque en ocasiones recurrían a otros movimientos sociales o asociaciones.

Dignidad y Justicia recuerda que la celebración de estos homenajes "es una histórica directriz" de ETA que responde a "la necesidad de enaltecer y justificar su propia actividad terrorista", la "lucha armada" y a los propios miembros de la organización terrorista. Su objetivo no es otro "mantener la cohesión en torno al ideario de la organización y eliminar en la militancia el repudio que merecen los crímenes terroristas".

Los terroristas como "modelo a seguir"

De esta forma, añade DyJ, se consigue "elevar la actividad terrorista a la categoría de instrumento legítimo para la consecución de sus objetivos, ensalzar a los miembros de ETA", situándoles como "referente o modelo" a seguir, y "generar un sentimiento de orgullo" por su pertenencia a la organización criminal.

El mensaje que se pretendía lanzar, según la asociación de víctimas, era plantear los atentados y acciones terroristas "como único medio legítimo para la consecución de la independencia y la construcción de un territorio ideal e inexistente al que denominan Euskal Herria, enalteciendo y ensalzando" a la propia ETA y retratándola "como una organización armada defensora de la consecución de dicha utopía y de los estados español y francés".

De ahí que, subraya la letrada de DyJ, resultaba esencial el "control" de los actos de homenaje a integrantes de la banda terrorista, que tenía un carácter "global", pues se trata de controlar también "aquellos actos que terceras personas ajenas al movimiento organizan o tratan de organizar".

La organización de estos "ongi etorris" y de los demás actos de homenaje a los presos de la banda terrorista -mantiene DyJ- se realizó a través de normas "estrictas" que determinaban a "qué presos se rendía tributo" y cómo. Y es que, hace hincapié, "solo fueron tributarios de homenaje aquellos presos que se habían mantenido durante su cautiverio dentro de la disciplina del colectivo de presos".

No en balde, añade Dignidad y Justicia, "ninguno de los presos de ETA que se acogieron a la denominada vía Nanclares fueron objeto de "ongi etorri" u homenaje de cualquier tipo tras producirse su excarcelación.