
Industria de defensa
¿Es EM&E el "tapado" de la empresa de defensa española? Así es la compañía familiar de la que ha salido el nuevo presidente de Indra
Aunque durante años su actividad fue poco conocida fuera de los círculos especializados, su reciente posicionamiento como primer accionista privado de Indra, con un 14,3%, han puesto su nombre en el centro de atención.

EM&E, antes conocida como Escribano Mechanical & Engineering, es una de las empresas españolas más destacadas en el sector de la defensa y la seguridad. Aunque durante años su actividad fue poco conocida fuera de los círculos especializados, su reciente posicionamiento como primer accionista privado de Indra, con un 14,3% de las acciones, y la llegada de Ángel Escribano a la presidencia ejecutiva de la multinacional tecnológica, han puesto el nombre de EM&E en el centro de atención. Este hito no solo refleja la capacidad de crecimiento y adaptación de una compañía que comenzó como un pequeño taller de mecanizado, sino también su influencia cada vez mayor en la industria global de la defensa.
Fundada en 1989, EM&E nació como un negocio familiar en el sector del mecanizado de precisión. Desde sus primeras etapas, se especializó en la fabricación de componentes metálicos de alta calidad para diversas aplicaciones, incluyendo la aeronáutica y la defensa. Sin embargo, bajo el liderazgo de los hermanos Escribano, la empresa, con sede en Alcalá de Henares (Madrid) experimentó un cambio estratégico que la transformó en un actor clave del mercado internacional. Este crecimiento estuvo respaldado por una firme apuesta por la innovación tecnológica, la colaboración público-privada y la expansión internacional (vende sus productos en más de 25 países), elementos que se convirtieron en pilares fundamentales de su estrategia.
En la actualidad, EM&E Group cuenta con más de 1.300 empleados distribuidos en sus cuatro centros de producción principales en España, ubicados en Alcalá de Henares (cinco edificios que suman más de 45.000m2 además de 80 hectáreas en el antiguo polvorín de El Viso); Córdoba (fábrica y oficinas); Binéfar, en Huesca (fábrica y oficinas); Cádiz (oficinas); Asturias y diversas instalaciones en Valencia.
Estas instalaciones no solo son la base de su actividad industrial, sino también un motor de innovación. La empresa destina un porcentaje significativo de su facturación, que en 2024 superó los 300 millones de euros, a la investigación y el desarrollo (I+D). Este compromiso ha sido clave para mantener su competitividad en un sector dominado por grandes multinacionales y para garantizar que sus productos se encuentren entre los más avanzados tecnológicamente.
El éxito reciente de EM&E también se refleja en su rentabilidad. En 2024, la compañía registró un EBITDA superior a los 100 millones de euros, consolidándose como un líder en su sector en términos de eficiencia operativa y generación de valor. Este logro no habría sido posible sin su enfoque estratégico en la internacionalización. A diferencia de muchas empresas españolas de defensa, EM&E comenzó su expansión enfocándose primero en los mercados internacionales, ganando contratos en países de todo el mundo antes de reforzar su presencia en el mercado nacional. Este enfoque les permitió establecerse como un referente global antes de consolidar su influencia en España.
Desde el punto de vista de los productos, EM&E se especializa en la fabricación de sistemas de defensa avanzados. Entre sus principales líneas de productos destacan las torretas remotas, diseñadas para vehículos terrestres (gama Guardian) y navales (gama Sentinel). Estas torretas son sistemas automatizados que permiten a las tropas operar armamento pesado desde el interior del vehículo, minimizando los riesgos para los operadores. Además, las torretas de EM&E están equipadas con tecnología de vanguardia, como sistemas de control por inteligencia artificial y cámaras termográficas, que mejoran la precisión y efectividad en el combate.
Otro de los productos estrella de EM&E son los sistemas electro-ópticos para vigilancia y puntería. Estos dispositivos son esenciales para garantizar que las fuerzas armadas puedan operar con precisión en condiciones adversas, como bajas temperaturas, lluvia o entornos con poca visibilidad. Los sistemas electro-ópticos de la compañía se han integrado en plataformas terrestres, marítimas y aéreas, demostrando su versatilidad y fiabilidad en entornos operativos diversos.
En el ámbito de la aeronáutica, EM&E también fabrica componentes de alta precisión para aviones de combate y sistemas de drones. Estos productos han sido utilizados en programas internacionales, como el desarrollo del Eurofighter Typhoon y otras plataformas de la OTAN. La capacidad de la compañía para fabricar piezas con tolerancias mínimas y materiales de última generación la ha posicionado como un proveedor estratégico para consorcios europeos.
Asimismo, en el cambio de la robótica desarrollan tecnología líder para aplicaciones en el campo de las operaciones policiales y militares de desactivación de explosivos improvisados (IED) y municiones reglamentarias (EOD), así como en actividades de defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química (NRBQ).
El sistema de guiado Alkon, otro de sus productos, tiene el objetivo de transformar la munición ordinaria en munición guiada a través del uso de kits de guiado que pueden utilizarse tanto en munición de cohetes como en obuses y morteros, permitiendo reducir el número de disparos requeridos para abatir un objetivo y minimizando los daños colaterales. Es un sistema de guiado compuesto por un sensor GPS, GNSS (Global Navigation Satellite System) y navegación inicial (INS). La sección de control y guiado, el desarrollo de algoritmos, la predicción de impactos, la simulación dinámica de vuelo y los sensores hacen que este sistema mejore la precisión efectiva de los lanzamientos.
En cuanto a proyectos más específicos, EM&E ha desempeñado un papel clave en el Programa 8x8 Dragón de España, proporcionando torretas y sistemas de armas para los nuevos vehículos blindados del Ejército de Tierra. Este programa, considerado una de las iniciativas más importantes de modernización militar en España, refuerza la capacidad de defensa del país y aumenta la interoperabilidad con otras fuerzas armadas de la OTAN. Además, EM&E está involucrada en proyectos internacionales, como la provisión de sistemas de vigilancia para las fuerzas armadas de Oriente Medio y Asia.
El liderazgo de EM&E ha sido fundamental para consolidar esta trayectoria. Durante años, Ángel Escribano, quien hasta hace poco era presidente de la compañía, dirigió una estrategia que combinó el crecimiento orgánico con una expansión sostenida en mercados estratégicos. Su reciente nombramiento como presidente ejecutivo de Indra representa un reconocimiento a esta gestión. Bajo su dirección, Indra no solo se beneficiará de su experiencia en defensa, sino que también reforzará su posición como líder tecnológico en sectores clave.
Con la salida de Ángel Escribano, su hermano Javier Escribano ha asumido la presidencia de EM&E. Este cambio en el liderazgo no representa un giro en la estrategia de la empresa, sino una continuidad en su plan de expansión y crecimiento. Por otro lado, Fernando Fernández, quien ha sido director de operaciones de EM&E desde 2014, ha sido designado como nuevo CEO de la compañía. Fernández aporta más de 20 años de experiencia en el sector, habiendo ocupado cargos directivos en empresas de ingeniería vinculadas a la defensa. Su nombramiento refuerza la capacidad operativa de EM&E en un momento clave de su desarrollo.
La participación de EM&E como máximo accionista privado de Indra también representa un paso estratégico importante. Indra, líder en sistemas tecnológicos y de defensa, y EM&E comparten una visión complementaria que busca reforzar la soberanía tecnológica de España en un entorno geopolítico cada vez más complejo. Esta colaboración puede generar sinergias significativas, especialmente en proyectos relacionados con el desarrollo de sistemas avanzados de mando y control, ciberseguridad y modernización de capacidades militares.
Además, EM&E se ha caracterizado por su enfoque en la cohesión territorial. Con la creación de empleos en distintas regiones de España, la empresa ha contribuido al desarrollo económico local, especialmente en áreas menos industrializadas. Este compromiso con el desarrollo regional es parte de su estrategia para posicionarse no solo como una empresa rentable, sino también como un actor comprometido con el progreso social.
La capacidad de EM&E para competir a nivel internacional, su especialización en productos avanzados de defensa y su influencia creciente en el mercado nacional la convierten en un referente de la industria de defensa en España. Su historia, que comenzó con un pequeño taller de mecanizado, es un ejemplo de cómo la innovación y la visión estratégica pueden transformar a una empresa en un líder global. A medida que avanza su colaboración con Indra y continúan sus proyectos en el ámbito militar, EM&E está posicionada para desempeñar un papel aún más destacado en el futuro de la defensa y la seguridad.
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