Fiesta Nacional

Clamor popular contra Pedro Sánchez en el desfile del 12-O

El presidente del Gobierno en funciones recibió los abucheos de los madrileños en el primer acto en el que la Princesa Leonor ha vestido uniforme militar

Como era de esperar, el guion se ha cumplido y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha sido el objetivo de los abucheos ciudadanos durante el tradicional desfile con motivo del Día de la Fiesta Nacional. Desde antes incluso de que llegara, los madrileños que se amontonaban alrededor del recorrido de la parada militar han proferido gritos contra el jefe del Ejecutivo, los cuales se escuchaban desde la fuente de Neptuno, donde se encontraba la tribuna real, pese a que este año la ubicación hace que estén más alejados. Y aunque lo que más hubo fueron silbidos, sí que algunos ciudadanos, los que menos, portaban pancartas con lemas en contra de la amnistía que negocia el Gobierno con los independentistas. "España no se vende por un puñado de votos", rezaba la que llevaba un hombre que, de la mano de su hijo, se apresuraba una hora antes a buscar un sitio.

Pero más allá de los abucheos, ya habituales en este acto, el desfile de este año ha traído una novedad que ha cambiado el ánimo de los ciudadanos: la presencia de la Princesa Leonor, quien tras dos años de ausencia por sus estudios en Gales ha regresado a esta celebración como dama cadete del Ejército de Tierra. Y lo ha hecho vestida de uniforme de gala en el que es su primer acto castrense tras haber jurado bandera el pasado sábado en la Academia General Militar de Zaragoza. Y como marca el protocolo, haciendo el saludo militar a las autoridades.

Antes de que la heredera llegara junto a sus padres ha hecho acto de presencia Pedro Sánchez, cuya llegada no se ha anunciado por megafonía. Aunque no ha hecho falta, pues en cuanto su coche ha llegado a las inmediaciones de la plaza de Cánovas del Castillo, tras la tribuna, los gritos y silbidos han inundado el lugar. Los gritos de "¡fuera, fuera!" o "traidor" han sido la constante desde ese instante, aunque los ciudadanos le han dado algún respiro en determinados momentos del acto. Sobre todo, cuando se ha anunciado que el coche con Don Felipe, Doña Letizia y Doña Leonor se aproximaba a la plaza. Los abucheos se han convertido en una ola de aplausos que ha acompañado al vehículo durante su recorrido.

Una vez han descendido del mismo la gran ovación ha sido para la dama cadete Borbón Ortiz, quien vestía uniforme de gala del Ejército de Tierra como nueva miembro de las Fuerzas Armadas y ya alumna de segundo curso en la Academia de Zaragoza.

Unos aplausos y vítores que han durado poco, porque rápidamente han vuelto los abucheos, que pese a la distancia que separaba a los ciudadanos de las autoridades se escuchaban con nitidez. Menos que en el escenario del Santiago Bernabéu, eso sí.

Con este ambiente han comenzado los actos, con el Rey pasando revista a la Fuerza de Honores y los saludos protocolarios antes de subirse a la tribuna. Desde allí ha observado, con la Princesa muy atenta a su lado, la llegada de la bandera desde el aire, la cual portaba la cabo Carmen Gómez Hurtado, de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire (PAPEA). Durante el descenso se ha podido ver a Felipe VI, capitán General delas Fuerzas Armadas, y a su hija comentarlo. Durante todo el desfile, Rey y Princesa han estado comentando algunos aspectos del mismo.

Esa es la bandera que se ha izado en el mástil frente a la tribuna y ante la que Don Felipe ha depositado una corona de laurel -en esta ocasión ha estado acompañado por Doña Leonor- para dar comienzo al acto de homenaje a los que dieron su vida por España. Ha sido en esta parte en la que han cesado los abucheos, aunque no del todo, pues hay quien ha preferido no respetar este emotivo momento.

En ese momento, los militares han entonado "La muerte no es el final", algo que también han hecho tanto Felipe VI como Doña Leonor desde la tribuna. Con el toque de oración se ha hecho el silencio, solo roto por las salvas de fusilería y el rugir de los motores de los siete aviones de la "Patrulla Águila", los cuales han pintado los colores de la bandera en el cielo madrileño.

Y a partir de ahí, ha arrancado el desfile aéreo, con los aviones y helicópteros volando más bajo que de costumbre para que pudiesen verlos con claridad los ciudadanos. Ante la atenta mirada de los madrileños -y de la Princesa-, han pasado 86 aeronaves, entre ellas cazas "Eurofighter" y F-18, aviones de transporte A400M o helicópteros de ataque "Tigre".

Acto seguido ha comenzado el desfile terrestre, con más de 4.000 efectivos y 142 vehículos que han ido desfilando ante la tribuna real. Pasaban ante Felipe VI y Doña Leonor, que les aguardaban de pie, aunque el único que devolvía el saludo era el Rey, como mando supremo de las Fuerzas Armadas. Eso sí, al paso de las banderas y estandartes la dama cadete Borbón sí que ha saludado e inclinado la cabeza.

Como siempre, las unidades más aplaudidas han sido la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Legión, que este año estaba acompañada por su mascota, el chivo "Pacoli".

Las unidades a caballo han puesto punto y final a un nuevo desfile del 12-O que, como también se esperaba, ha terminado con aplausos a los Reyes y la Princesa mientras se marchaban... y más abucheos para el presidente del Gobierno en funciones. Todos se han trasladado al Palacio Real para la recepción que ofrecen los monarcas a cerca de 2.500 invitados.