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Casa Real

La Dama Cadete Borbón arranca su formación militar

Doña Leonor estará sujeta a un régimen de horarios muy exigente, camaretas compartidas e intensa actividad física en la Academia Militar General de Zaragoza

El momento ha llegado: comienza la segunda etapa de la formación de la Princesa de Asturias cuyo ingreso en la Academia General de Zaragoza está ya en su punto de partida. La primogénita de los Reyes Felipe y Letizia, para que todos lo tuviéramos claro, ha manifestado hace poco más de un mes la gran ilusión que le produce prepararse para ser en el futuro la máxima responsable de las Fuerzas Armadas de su país. La heredera de la Corona, hasta ahora, ha dado muestras numerosas de su sentido del deber y también de su capacidad para asumir las responsabilidades que le corresponden como miembro de la Casa Real y ser la primera de la cadena sucesoria de la institución de la Monarquía. Por ello, hay que confiar que su paso por las tres academias militares sea una etapa fundamental de su vida, en la que será obligatorio estar totalmente preparada para desempeñar la más alta responsabilidad del Ejército y del Estado español.

Sus padres, Don Felipe y Doña Letizia, están muy satisfechos, y así lo han manifestado públicamente, porque conocen la voluntad, interés e ilusión de su hija mayor en recibir esa formación castrense que empieza ahora. La Princesa, como no podía ser de otra manera, sabe que esta etapa de formación militar es sacrificada y muy exigente. Pero por encima de la dureza de los entrenamientos, estudios y la convivencia con personas que no conoce está el ser consciente del honor que supone formarse y servir junto a los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas. Sus padres, especialmente el Rey Felipe, que pasó a la misma edad que su hija por las tres academias militares, han considerado que esta etapa de formación de la Princesa es muy valiosa ya que refuerza las capacidades de servicio y entrega, proporciona una preparación técnica y humana muy completa y adecuada para garantizar el compromiso de permanente servicio a la sociedad española.

La heredera de la Corona sabe perfectamente, porque así se lo ha enseñado su padre, el Rey Felipe, que además de los conocimientos puramente militares, su paso por los centros de formación de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire será fundamental para fomentar valores tan esenciales como la lealtad, la disciplina, el liderazgo, el valor o el compañerismo. También para reforzar principios como la ejemplaridad o la austeridad.

La incorporación de la Princesa Leonor a la carrera militar, en su caso con un programa específico ajustado a su rango, contribuirá también a la normalización de la presencia de las mujeres en el ejército. Del total de 612 nuevos cadetes que entrarán en la Academia General de Zaragoza esta semana, 140 de ellos son mujeres. Un 22% del total serán damas cadetes que aspirarán a completar sus estudios y a llegar a la máxima categoría a lo largo de sus carreras militares, aunque tendrán que pelearlo un poco más que los varones para alcanzar los puestos más destacados.

Según todos los indicios, la Princesa va a contar con la asistencia de una mujer militar, la teniente coronel del Ejército de Tierra Margarita Pardo de Santayana, número 1 de su promoción e hija del antiguo jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, Alfonso Pardo de Santayana.En la actualidad, la teniente coronel está destinada en el Cuarto Militar del Rey y según fuentes castrenses, ella sería elegida como enlace entre el Palacio de la Zarzuela y la Princesa Leonor en estos primeros pasos de la primogénita de los Reyes en la Academia.

La actual ministra en funciones de Defensa, Margarita Robles, hizo una visita el pasado viernes a las instalaciones del centro de formación de los militares de Tierra para comprobar que todo está preparado para la llegada de la heredera de la Corona. El director del centro indicó a los medios de comunicación que la Princesa tendrá un plan específico de estudios que le permitirá hacer dos cursos en uno.

El general Manuel Pérez López detalló que se han condensado las asignaturas para que desde su llegada esta semana hasta el 7 de octubre, día en que está previsto que jure bandera justo al resto de sus compañeros, la Princesa finalice el primer curso. A partir de entonces, se incorporará al segundo hasta el final de la próxima primavera.

La titular de Defensa en funciones recorrió todas las dependencias en las que desarrollará su vida Doña Leonor: aulas, comedor y dormitorios, y subrayó que llegará a la Academia acompañada de sus padres, como harán el resto de los alumnos. También manifestó Margarita Robles que su voluntad es que la estancia de la heredera de la Corona en el centro de formación castrense sea normal y en condiciones de igualdad con el resto de sus compañeros.

Camaretas compartidas, intensa actividad física y de estudio y horario desde la diana que marca el alba a las 6:30 hasta el silencio a las 23:00 horas marcarán el día a día de la Princesa de Asturias y Girona en la Academia Militar General de Zaragoza (AGM), donde todo está a punto para su llegada este jueves, entre las 10:00 y las 12:00 de la mañana. Formará parte del I Batallón de Cadetes. La podrán acompañar los Reyes y su hermana, la Infanta Sofía, al permitirse hasta cuatro familiares, que tienen la opción de visitar las instalaciones durante una hora y media.

Igual que ocurrió hace 38 años, concretamente el 1 de septiembre de 1985 cuando el Rey, actual Capitán General del Ejército, llegó al mismo centro acompañado de sus padres, los entonces Reyes Juan Carlos y Sofía. El plan de formación es similar para el padre y para la hija. Tres años dedicados a fortalecer los lazos entre la Corona y los militares, algo imprescindible en un país como España, cuyos ciudadanos colocan mayoritariamente al Ejército como la institución más valorada.

«No murmurar jamás ni tolerarlo»

La estancia de Doña Leonor estará regida por el «Decálogo del Cadete» en el que el compañerismo, el sacrificio y la fidelidad al Rey constituyen sus piedras angulares. La Princesa de Asturias tendrá que memorizar estos diez puntos desde el primer momento. Creado en 1927 y sometido solo a algunos cambios con el paso del tiempo, exige «gran amor a la patria y fidelidad al Rey», «espíritu militar» o «ser fiel cumplidor de sus deberes y exacto en el servicio». También conmina a «no murmurar jamás ni tolerarlo», a «ser valeroso y abnegado» y «tener amor a la responsabilidad y decisión para resolver».