Renovación

El CGPJ recompone su órgano clave con cinco caras nuevas

El Pleno aprovecha la jubilación de Mozo y la incorporación de Guilarte como presidente interino para renovar, con seis votos en contra, la Comisión Permanente

El CGPJ recompone su órgano clave con cinco caras nuevas
Primer Pleno con el vocal conservador Vicente Guilarte (centro) como presidente en funciones del CGPJCGPJ

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) estrenó ayer presidente interino, el segundo desde que en octubre del pasado año Carlos Lesmes dimitiera hastiado de la incapacidad de PSOE y PP de llegar a un acuerdo para la renovación del órgano de gobierno de los jueces, que lleva en funciones más de cuatro años y medio.

El vocal conservador Vicente Guilarte presidió su primer Pleno al frente de la institución «por suplencia» después de que el pasado día 19 dejara de ejercer ese papel su compañero Rafael Mozo al alcanzar la edad de jubilación.

Si Mozo asumió el cargo «con la esperanza de que se tratara de un periodo breve» –como él mismo aseguró en su carta de despedida–, aunque ha terminado jubilándose como presidente en funciones, las previsiones del tiempo que Guilarte pueda estar al frente de la institución chocarán de nuevo con la realidad política, con la mirada puesta en una posible investidura que permita reanudar los contactos entre los dos grandes partidos para renovar de una vez el CGPJ.

La salida de la institución de Mozo y la necesaria incorporación de Guilarte al organismo clave del CGPJ ha obligado a recomponer la Comisión Permanente. Sin embargo, el Pleno no se ha limitado a sumar dos nuevos nombres, sino que la ha renovado casi por completo (la ley permite esa renovación una vez al año, aunque normalmente no se ha llevado a cabo). De sus siete miembros ( cuatro magistrado y tres juristas) solo permanecen los vocales José Antonio Ballestero y Pilar Sepúlveda, incorporándose a la Comisión cinco nuevos vocales: además del propio Guilarte, Ángeles Carmona, Carmen Llombart, Mar Cabrejas y Roser Bach. El equilibrio de fuerzas, no obstante, no se altera, pues seguirá compuesta por cuatro consejeros conservadores y tres progresistas. Todos ellos deberán tener dedicación exclusiva, por lo que deberán dejar a un lado cualquier otra ocupación profesional mientras formen parte de la Permanente.

El cambio de cara del organismo ha acarreado la salida de la comisión de los vocales conservadores Juan Martínez Moya, Nuria Díaz Abad y Juan Manuel Fernández y de los progresistas Rafael Mozo y Álvaro Cuesta.

Ese baile de nombres se ha trasladado también al resto de comisiones: la disciplinaria, la de asuntos económicos y la de igualdad, que igualmente han modificado su composición. Pero la votación no ha sido pacífica. Seis de los 16 vocales han votado en contra (cinco de ellos han anunciado voto particular) y otro más, Wenceslao Olea, se ha abstenido.

Dedicación exclusiva

Los vocales llegaron a la sesión plenaria tras haber constatado que Guilarte ha dado ya los pasos necesarios para desvincularse de sus actividades profesionales (da clases en la universidad y ejerce la abogacía) con el objetivo de dedicarse en exclusiva a su nueva tarea. Un compromiso que ahuyentó en el anterior Pleno cualquier debate sobre posibles incompatibilidades (Guilarte, al no ser miembro hasta ahora de la Comisión Permanente, podía compatibilizar su función de vocal con otras ocupaciones profesionales).

El presidente interino del Consejo General del Poder Judicial llegó al Pleno con los deberes hechos, con la documentación que acredita que el pasado lunes inició los trámites para cesar en las actividades académicas y profesionales que venía desarrollando para garantizar su dedicación exclusiva a su nuevo papel en el Consejo.

Guilarte ya ha solicitado al rector de la Universidad de Valladolid, donde imparte clases, la declaración de la situación administrativa de servicios especiales, según puso de manifiesto al resto de los vocales adjuntando la documentación acreditativa. Y también se le ha concedido ya –les trasladó– el pase a la situación de no ejerciente en el Colegio de Abogados de Valladolid, al que pertenece, habiendo dejado en manos de otro letrado los asuntos de los que se encargaba hasta la fecha.

El sustituto de Mozo precisó a sus compañeros que continuará llevando a cabo todas las gestiones necesarias para cumplir la legislación de incompatibilidades «a la mayor brevedad posible».