Un peluquero de Igualada detenido por amenazar de muerte a Rivera

Jordi Pelfort, independentista confeso, colgó en su Facebook mensajes como que el líder de Cs «merecía un tiro en la cabeza».

La Policía detuvo ayer en Igualada (Barcelona), en la calle San Jaime, a un hombre de 48 años, cuyo nombre responde a las iniciales Jordi Pelfort y nacionalidad española por amenazar en las redes sociales al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.

El detenido ha sido acusado de los delitos de amenazas e incitación al odio en redes sociales después de publicar amenazas contra Rivera en su perfil personal de Facebook.

La investigación partió de una querella interpuesta el año pasado por Rivera, de la que se hizo cargo el juzgado de instrucción 51 de Plaza de Castilla. Tras dicha denuncia, las autoridades policiales, bajo la unidad adscrita de Policía que dirige Pedro Agudo, iniciaron la posterior investigación tras constatar que el mensaje tenía un claro propósito de atemorizar a Rivera e incluso a su entorno y a sus seguidores.

El detenido, carece de antecedentes policiales, pero es un consumado independentista hasta el punto de que su domicilio está lleno de símbolos separatistas. El arrestado, que escribía bajo el nick «Jordi Pelfort», dijo que Rivera «lo único que merecía era un tiro en la cabeza». Ayer pasó a disposición judicial.

Fuentes de Ciudadanos indicaron que la Policía se había puesto en contacto ayer por la mañana con el gabinete de Rivera para informar de esta detención. «En Ciudadanos no vamos a permitir que se amenace a la gente por pensar distinto. El nacionalismo en Cataluña ha provocado una fractura social que tardaremos años en recomponer», indicaron fuentes de la formación naranja, que señalaron que «la mayoría de catalanes quieren seguir siendo españoles y europeos». Además, agradecieron a los cuerpos de seguridad del Estado y a la justicia su trabajo para defender nuestra seguridad y libertad», destacaron.

Fuentes de la investigación informaron a LA RAZÓN que este tipo de ataques por parte de independentistas contra quienes consideran sus «enemigos», los constitucionalistas, ha crecido de manera considerable como consecuencia de la influencia que fue adoptando el desafío del «procès». En este caso se desconoce si J. P. R. milita en algunas de las organizaciones (ANC, Omnium) o algún partido político separatista pero actuaba, en lo que a las redes sociales se refiere, como un activista más en contra de quien defiende las ideas de unidad de España y defensa de la Ley. Tras conocerse la identidad del peluquero de Igualada, las redes sociales se llenaron de fotografías obtenidas de su perfil de Facebook, donde dejaba muestras de su afición por las motos y la velocidad.

Esta no es la primera vez que el líder de Ciudadanos tiene que poner en manos de la justicia amenazas e insultos por parte de los radicales.

En abril de 2005, semanas antes de que Albert Rivera fuese elegido presidente de Cs, rompieron los carteles de la tienda que sus padres tienen en Granollers. Más tarde se supo que los autores «eran dos jóvenes independentistas». También llegó a recibir en la casa en la que vivía entonces una foto suya con una bala incrustada en la frente. Pero el hostigamiento contra la tienda familiar se volvió a incrementar en los últimos meses. Entonces, y hasta en dos ocasiones aparecieron pintadas en la fachada exterior del establecimiento una casa de comidas para llevar que tiene la madre junto a la tía del líder de la formación naranja.

Ciudadanos, no es vuestra tierra ni vuestra lucha» fue una de las frases en catalán que pintaron en la fachada del negocio, papeles pro independentistas o un gran lazo amarillo, símbolo de los independentistas, que apareció pintado en la puerta. «Por mucho que nos amenacéis de muerte, no vamos a dejar que nos quitéis nuestros derechos ni nuestra nacionalidad. Ganaremos, en democracia», tuiteó entonces Rivera.

También la líder de Cs en Cataluña, Inés Arrimadas ha sido objeto de insultos y amenazas. En concreto, la mujer que deseó que violaran en grupo a Arrimadas, Rosa María Miras Puigpinos, aceptó los hechos y una pena de cuatro meses de cárcel por un delito contra la integridad moral, que queda en suspensión a condición de que no delinca en dos años y que participe en «un curso sobre igualdad y no discriminación, en particular por motivos de género e ideológicos», después de que la líder de Cs en Cataluña denunciara tanto a través de las redes sociales como ante la justicia lo ocurrido.