Crisis interna
El «ala dura» de Vox forzó la salida de Espinosa de los Monteros
El exportavoz de la formación que lidera Abascal alegó "motivos personales" aunque se había planteado irse antes del 23J
Nueva crisis abierta en Vox. Iván Espinosa de los Monteros, el que fuera portavoz en el Congreso de la formación liderada por Santiago Abascal, anunció ayer que deja la política y que no recogerá el acta de diputado.
En una declaración en el Congreso de los Diputados, sin preguntas, alegó motivos «personales y familiares» para justificar su marcha, aunque detrás de la decisión de Espinosa de los Monteros está el encontronazo entre el «ala liberal» y la «ultraconservadora». De hecho, tal y como venía circulando en entornos cercanos al ya exportavoz de Vox, el propio «ala dura» ha ido arrinconando a Espinosa de los Monteros y él mismo se planteó dejar el partido antes de las elecciones del 23J. Sin embargo, por sentido de la responsabilidad, esperó hasta ayer para tomar la decisión definitiva.
Pese a ello, el ya exdiputado de Vox matizaba ayer que continuará en la formación de Santiago Abascal como afiliado de base. «Mis padres ya no son tan jóvenes y mis hijos no son tan mayores, y aunque actualmente están todos bien, he pasado suficientes noches de hospital con ellos para meditar sobre el momento vital en el que me encuentro», explicaba. Con ello, precisó que el abandono de sus cargos no implica que se desentienda completamente de Vox. «Permanezco como afiliado de base», indicó antes de ponerse «siempre a disposición» de los dirigentes del partido y de su militancia «para absolutamente cualquier cosa que necesiten».
Iván Espinosa de los Monteros era uno de los políticos más solventes dentro de las filas de Vox. Acompañó a Santiago Abascal desde sus inicios, cuando aún estaba solo en la Fundación Denaes, momento en el que ocupaba un pequeño despacho en la calle Serrano de Madrid. La amistad de Espinosa de los Monteros con Abascal se afianzó cuando, en una cena, el hoy líder de Vox le contó que al día siguiente tenía que ir a la Audiencia Nacional a declarar en un juicio contra los etarras que durante años tuvieron amenazado a su familia Entonces, Espinosa de los Monteros le preguntó quién le iba a acompañar del PP, partido en el que militaba entonces Abascal en el País Vasco. Al darse cuenta de que iría «prácticamente solo», se comprometió a ir con él esa mañana, un gesto que el líder de Vox siempre agradeció y que forjó su amistad.
También participó en la fundación de Vox y poco a poco Iván Espinosa de los Monteros se convirtió en el hombre fuerte del partido en el Parlamento, donde destacó por su dominio de la economía y su buena oratoria. Tras la marcha de Macarena Olona, candidata a liderar las listas andaluzas y luego fuera de Vox, muchos pensaron que la formación de Abascal perdería potencia en el Parlamento. Sin embargo, ese hueco lo ocupó él y se convirtió en uno de los altavoces más potentes de la formación. En los últimos mítines de Abascal o en sus intervenciones en el debate a siete en RTVE, fue de lo más valorado, tanto dentro como fuera de Vox.
Sin embargo, el malestar de Iván Espinosa de los Monteros viene de antes de las generales del 23J, cuando el «ala dura» y más ultraconservadora de Vox comenzó a tomar el partido, barriendo incluso de las listas a algunos diputados más liberales y ejecutando un golpe de mando con respecto a los pactos autonómicos que se estaban llevando a cabo: sillones frente a políticas.
Entre los liberales que Vox se ha llevado por delante destaca también el nombre del economista Rubén Manso, muy respetado en muchos sectores del partido, incluso en el Congreso, y artífice del primer programa económico de Vox. Un perfil como el de Manso o el de Víctor Sánchez del Real, veteranos y con una importante trayectoria en el sector privado detrás, hicieron al partido atractivo en sus inicios y dieron a Vox credibilidad sobre la posibilidad de cambiar las cosas. Ambos, junto a Macarena Olona, formaban parte de los rostros más visibles del ala liberal del partido, sobre todo en lo económico (bajos impuestos, Estado pequeño y menos paternalista, y apuesta por darle más peso a la sociedad civil). Sin ellos, gana terreno el «ala más dura», mucho más proteccionista en lo económico y que ha flirteado con medidas más propias del espacio de Podemos, como mejoras en el Salario Mínimo Interprofesional o el Ingreso Mínimo Vital. Y, ¿quién está detrás de la vertiente más conservadora? A algunos de ellos los citó Espinosa de los Monteros en su marcha y a otros no: Jorge Buxadé, Ignacio de las Hoces, Ignacio Garriga o Kiko Méndez Monasterio.
El ya exportavoz de Vox también hizo alusión a Rocío Monasterio, a quien agradeció su apoyo incondicional y su «capacidad de aguante», al tiempo que indicó que «todo ha merecido la pena porque España siempre merece la pena». Y es que internamente hubo muchas críticas contra la líder de Vox en Madrid tras las elecciones del 28M, cuando muchos la dieron por «amortizada».
La relación entre Abascal y Espinosa de los Monteros en los últimos meses se había «enfriado». Pese a todo, dijo que espera ver a Santiago Abascal en La Moncloa y este le dedicó unas palabras en Twitter: «El Parlamento pierde a un gran portavoz y se resiste a su marcha: «Lo mejor está por venir».
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