Encuesta
El 59,5% de los españoles considera que Sánchez debería dimitir tras su carta
Un 62,4% de los encuestados defiende la convocatoria de nuevas elecciones y cinco de cada diez votantes del PSOE cree que el amago de cese lastra la imagen de España
España se encuentra en un escenario inédito: Pedro Sánchez anunció el miércoles que suspendía su agenda pública hasta el lunes para reflexionar sobre si continúa al frente de la Moncloa. El presidente del Gobierno anunciará su decisión final este mismo lunes en una comparecencia de prensa, pero deberá de medir muy bien qué dice porque la maniobra puede acabar desgastándole políticamente. En este sentido, una encuesta de NC Report para LA RAZÓN recoge que el 55,6% de los votantes del PSOE cree que el periodo de reflexión que ha abierto Sánchez afecta a la imagen de España en el exterior.
Y es cierto que la suspensión de la agenda pública ha tenido bastante resonancia internacional porque algunas de las principales cabeceras europeas se hicieron eco del movimiento de Sánchez. No solo más de la mitad de los votantes del PSOE creen que esta maniobra afecta a la imagen de España, sino que también un 66,7% de los electores de Sumar opina lo mismo: en total, uniendo a los simpatizantes de todos los partidos, el 66,6% de los encuestados tiene ese mismo parecer, según el sondeo elaborado entre el miércoles y el viernes con 1.000 entrevistas.
Lo que decida Sánchez finalmente es una incógnita en estos momentos porque tampoco parece que los dirigentes socialistas lo sepan: sin embargo, sí es cierto que la encuesta recoge que un 59,5% de los encuestados cree que debería de dimitir mientras solo un 34,2% opina lo contrario. Por votantes, parece que los socialistas apoyan de forma acérrima la continuidad de Sánchez (un 81,1%), mientras que los del PP y Vox sí consideran que debería de renunciar al cargo.
En esta línea, un 62,4% de los sondeados cree que se deberían de convocar elecciones, aunque sí es cierto que ese escenario parece complicado que se dé ahora porque la convocatoria no se podría firmar hasta el 29 de mayo (siempre tiene que ser un año después de la convocatoria anterior). Menos de un tercio (29,4%) rechaza que se convoquen elecciones: en cambio, un 80% de los votantes socialistas está en contra de que se convoquen elecciones, pero esa cifra baja hasta el 66,7% en los electores de Sumar, un porcentaje que deja en duda cuál es la voluntad real de los simpatizantes de Yolanda Díaz.
En cualquier caso, muchos encuestados valoran negativamente la maniobra de Sánchez de dejar la agenda pública para abrir un periodo de reflexión hasta el lunes. Tan solo un 29,7% considera que lo ha hecho bien o muy bien, mientras que un 15,9% lo ve regular y un 47,3%, mal. De hecho, un 61,4% de los encuestados cree que el motivo esgrimido por Sánchez es insuficiente como para suspender toda su actividad pública: tan solo un 32,4% avala su movimiento.
Sánchez, en su carta de cuatro folios, ha puesto en duda que «merezca la pena» continuar en la Moncloa ante la «campaña de acoso» que considera que está sufriendo por parte de toda la derecha. En este sentido, el detonante de esta reacción fue la apertura de diligencias en un juzgado de Madrid para investigar supuestos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias presuntamente cometidos por su mujer, Begoña Gómez.
El presidente del Gobierno, con este movimiento, ha tratado seguramente de rearmarse moral y electoralmente en un momento en que políticamente parece falto de fuerzas porque la legislatura lleva ya nueve meses en marcha y, legislativamente, sigue a cero, mientras ha tenido que asumir un desgaste enorme por las cesiones a los independentistas con la amnistía y por el «caso Koldo» y todas sus derivadas, que han llegado hasta su entorno más cercano.
En todo caso, con la incógnita por despejar el lunes, España es ahora mismo un mar de incertidumbre, aunque un 62,5% de los encuestados apuesta por que finalmente Sánchez continuará. Tan solo un 21,9% cree que acabará convocando elecciones (aunque, hasta julio, no se podrían celebrar) y un 6,9% augura que dimitirá, lo que abriría la puerta al relevo en el PSOE. La sucesora más inmediata, aunque en funciones, sería María Jesús Montero: a partir de ahí, se debería de abrir un proceso de investidura para elegir a un nuevo presidente del Gobierno.
Entre los votantes del PSOE, una gran mayoría (81,1%) cree que continuará, lo que supone un «espaldarazo» para Sánchez. El 66,5% de los votantes del PP también cree que seguirá en el cargo, igual que el 67,5% de los de Vox y el 76,7% de los de Sumar.
Los encuestados creen que la maniobra de Sánchez tiene impacto internacional, algo que es evidente visto el eco que ha tenido en la prensa en el exterior, pero también consideran que tiene consecuencias económicas. Así, un 60,7% sostiene que el anuncio puede afectar a la economía española y tan solo un 29,2%, no. Por electorados, sí consideran que puede afectar a la economía un 91,2% de los votantes del PP, un 36,7% de los del PSOE, un 89,7% de los de Vox y un 23,3 por ciento de los de Vox.
Lo cierto es que es la decisión de Sánchez acentúa la parálisis en España, pero el Ibex35, termómetro económico, no ha recogido en las últimas 48 horas los efectos de la maniobra del presidente del Gobierno. De hecho, el jueves arrancó en crecimiento, pero sufrió un leve revés y caída cuando se publicaron los datos del PIB de Estados Unidos, que han reflejado un crecimiento de la economía norteamericana menor de lo esperado.
En cualquier caso, afecte de inmediato o no a la economía, un 69,7% de los encuestados considera que España no está preparada para tanta inestabilidad política: y eso es algo en lo que coinciden en mayor o menor medida los votantes del PP (90%), del PSOE (52,2%), de Vox (97,5%) y de Sumar (63,3%).
Si bien, no parece que España pueda escapar a la inestabilidad política en el horizonte cercano dado que el ciclo electoral no concluye hasta junio con las europeas del 9J y los resultados del 12M en Cataluña pueden dejar un escenario todavía más endemoniado e ingobernable en el ámbito nacional.