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Caso Tándem

Villarejo pelea por los secretos de su causa, mientras la Audiencia pasa examen a su salud

El comisario trata de tener acceso al expurgo que el instructor está realizando. El tribunal le ha citado este jueves para que el forense analice si puede incorporarse al juicio

El comisario jubilado José Manuel Villarejo sale de declarar en la Audiencia Nacional, a 14 de junio de 2022, en Madrid (España) Carlos LujánEuropa Press

El comisario jubilado José Manuel Villarejo vuelve hoy a la Audiencia Nacional -por primera vez en las muchas que le tocará este curso judicial- para que el forense revise su salud después de que le diera una afección en el ojo el pasado mes de junio y determinar así si puede seguir asistiendo a las vistas de varias líneas de investigación de “Tándem” que quedan pendientes antes de que se redacte la primera sentencia que lo puede llevar a prisión. Mientras, él lleva todo el verano peleando ante el instructor Manuel García Castellón por acceder a los secretos que el juez ha pedido que se expurguen.

La lucha se inició en mayo cuando el magistrado abrió una pieza separada para limpiar los secretos que hubiera, es decir, una especie de cajón bajo llave donde acumular “alusiones o datos referentes a terceros ajenos a la causa y que no guarden relación con ella”. Una línea secreta para todos, pero de la que Villarejo -principal investigado de la causa- busca saber. Por eso ha remitido ya reiterados escritos al Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional a cargo del macrocaso.

García Castellón envió a la pieza de expurgos varios oficios policiales de diciembre de 2020 y otro de abril de 2022. El abogado de Villarejo Antonio García Cabrera se personó directamente en el juzgado para conocer el contenido de todos esos datos que se habían depurado y allí el letrado le aseguró que estaba pendiente de notificarse. Pero escrito tras escrito no ha habido éxito: ni le dejan personarse en la pieza a la que va todo aquello que se limpia de la causa, ni le dejan ver cuál era el contenido de los informes.

El magistrado ha restringido el uso de esos documentos “solamente a este juzgado”, según un auto del pasado mes de julio al que ha tenido este periódico. La defensa del policía jubilado trata esta maniobra de “ilegal” alegando que vulnera el derecho de defensa el hecho de que solamente los funcionarios de la Audiencia Nacional tengan acceso a un asunto que afecta a los propios imputados.

En uno de los últimos escritos remitidos por la defensa del comisario se queja de que se está pisoteando la ley. “Es groseramente contrario a derecho que el instructor dicte resoluciones por las que se dispone que se excluya de su notificación al Sr. Villarejo para que éste no pueda siquiera conocerlas y poder defenderse. Esta gravísima práctica permite preguntarnos cuántos autos como el de 12 de mayo [que pide el expurgo de esos informes policiales] hay en este proceso contra el Sr. Villarejo que hayan justificado la exclusión de la causa de parte del material que le fue intervenido sin su conocimiento y sin que haya podido defenderse mínimamente”, denuncia el letrado en el último recurso presentado.

Todo el proceso de “Tándem” ha estado regado por luces y sombras en cuanto a las confidencias de la causa. Las filtraciones no solo de audios que fueron intervenidos en el chalet del comisario cuando la Policía lo detuvo en 2017, sino incluso de grabaciones que ni siquiera constan en la causa han enturbiado el procedimiento. De hecho, esto ha interferido directamente en el mismo, por ejemplo en la pieza separada conocida como “Kitchen”. Unas grabaciones conocidas recientemente de la exsecretaria del PP María Dolores de Cospedal pueden cambiar el curso de las pesquisas. La línea de investigación ya estaba encaminada hacia el juicio, pero recientemente el juez ha pedido informe a la Fiscalía Anticorrupción para decidir si debe reabrir el asunto y analizar el papel de Cospedal que quedó exonerada de toda responsabilidad sobre el espionaje al extesorero popular Luis Bárcenas.

La negrura de las filtraciones planea sobre el propio Villarejo que siempre ha negado ser él la mano que alimenta a la prensa, pero a quien se le escucha en varias cintas asegurando a quienes querían escucharle que él guardaba copia de todo por si la Policía algún día entraba en su casa. Como sucedió.

La desconfianza que genera el comisario no es un secreto en las paredes de la Audiencia Nacional y algunos achacan a eso la decisión de la Sala de lo Penal que envió durante el verano a la Policía Judicial al domicilio del comisario para que comprobara si realmente se encontraba allí convaleciente. Durante varios días agentes se presentaron en la puerta de su casa, como avanzó LA RAZÓN, y Villarejo denunció que se estaba atentando contra su libertad.

Este jueves 1 de septiembre la Sección Cuarta de la Sala lo ha citado para un reconocimiento médico que concluya si puede asistir al juicio que se reanuda el día 5.