Jóvenes proetarras
Jóvenes proetarras: «Los buenos amigos no dejan que sus amigos sean ertzainas»
Cuadrillas de jóvenes proetarras hostigan a la nueva hornada de policías vascos desde hace tiempo. Los ertzainas avisan: «No les van a amedrentar. Tienen otra mentalidad y mucha ilusión»
Las fiestas de los pueblos en País Vasco y Navarra son, un año más, el hábitat en el que los jóvenes proetarras pugnan por ver quién representa más a la rama «combativa» de la izquierda abertzale.
En menos de una semana se ha hostigado a dos ertzainas. La primera fue en las fiestas de Mutriku, cuando una joven de la policía autonómica vasca fue vetada por una asamblea juvenil que le instó a no participar y a no aparecer en los actos festivos de su municipio ni por la zona de txoznas tildándola, incluso, de «enemiga del pueblo». Pero ella no se achantó, y denunció la discriminación que fue criticada incluso por el ayuntamiento del municipio que gobierna EH Bildu.
Días después, tres hombres, de 21, 22 y 25 años de edad, fueron detenidos por increpar y agredir a un joven ertzaina que se encontraba fuera de servicio en las fiestas de Vitoria, y tuvo que ser atendido en el hospital.
Sin embargo, los ataques contra la Ertzaintza no son nuevos y llevan produciéndose décadas. Tras la pandemia, los jóvenes radicales emboscaron a agentes cuando acudían a disolver los botellones. En los últimos días, también dejaron su impronta en Getxo (Vizcaya), en el tradicional concurso de paellas. En la denominada zona «Bronx» –anexa al recinto de fiestas, donde hay un paraje natural que suelen convertir en escombrera– se agrupan diferentes corrientes radicales con pintadas donde se podía leer: «Cipayos -forma despectiva con la que denominan a los ertzainas- dos tiros». «La policía no es bienvenida».
Las disputas entre Ernai, organización juvenil de Sortu, y Gazte Koordinadora Sozialista (GKS), movimiento político que se define como «comunista» surgido de una escisión en las juventudes de la izquierda abertzale, les enfrenta, y luchan por hacerse con los espacios. «Han sido muchos años difundiendo el odio por parte de un determinado sector», advierte Julio Rivero, de la asociación Mila Esker.
Ahora, van contra las nuevas hornada de ertzainas, los que no conocieron los años de plomo de ETA, ni lo que era mirar debajo del coche cada día para, en su trabajo, también protegerse. «Las nuevas promociones que han salido a la calle, cuando ya no estaba ETA, lo viven todo de una manera más normal. Nosotros teníamos una serie de autoprotección y lo habíamos normalizado, y no se decía en qué se trabajaba. Toda la vida, la ropa de trabajo la hemos tenido que lavar y secar de puertas para dentro, nunca dijimos que éramos ertzainas», recuerda el secretario general de ErNE, Sergio Gómez de Segura. Sin embargo, ahora los jóvenes que entran en el cuerpo policial lo ven todo diferente. «Apoyo a todos los compañeros a que no se escondan».
«Tienen otra mentalidad, no tienen el miedo a mirar debajo del coche. En las academias no se les ha enseñado aquellas medidas de autoprotección.Solo saben de todo aquello que vivimos esos años por lo que los más veteranos le han transmitido, porque es otro tiempo», apuntan desde el sindicato profesional de Ertzainas (SIPE).
El secretario general de ErNE destaca que, los jóvenes ertzainas tienen «mucha ilusión» y está convencido de que «esta gente no se la va a quitar». Advierte de que se está volviendo a los «grupos antisistemas, como los que vemos en Cataluña, Francia, Italia, que están en contra de lo que es las normas para vivir en sociedad».
Los proetarras buscan amedrentar y, desde hace tiempo, las cuadrillas presionan a los jóvenes de los municipios para que no opositen a la Ertzaintza. Una de las frases más repetidas, por parte de los jóvenes radicales es: «Los buenos amigos no dejan que sus amigos sean ertzainas». Además, montan toda una campaña organizada en la que llegan a retirar los carteles que anuncian la convocatoria oficial para opositar. Para ello, se hacían con la llave de las marquesinas publicitarias y retiraban los carteles oficiales poniendo unos alternativos con imágenes de los cuerpos policiales haciendo labores de antidisturbios, dejando ver con ello que su trabajo irá dirigido a golpear a alguien.
El secretario general de ErNE afirma que lo que está ocurriendo no es un tema exclusivo del País Vasco. Dice que, ahora, los jóvenes no quieren seguir los discursos políticos y «casi todos quieren ser más radicales. La izquierda abertzale no consigue aglutinar a toda esa gente» a pesar de que, el consejero de Seguridad del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, exigió el pasado miércoles a Arnaldo Otegi que dé una «orden estricta» para que cesen las agresiones y el «acoso» a la Policía vasca.
Desde el sindicato SIPE inciden en que el problema añadido es que «ahora desde Madrid se les está dando muchas alas a todos los del ámbito radical. Por un lado, se intenta blanquear a un partido político como Bildu y eso genera todo el movimiento abertzale por lo que, todo lo que son los antiguos frentes de Jarrai tratan de tomar las calles, con el beneplácito del PNV». Además, recuerdan que la nueva Ley de Memoria Democrática «lo único que genera es un problema en Euskadi, volvemos otra vez para atrás, y la sensación de la Ertzaina es que no tenemos tampoco el respaldo del PNV».
Desde SIPE inciden en que el Movimiento de Liberación Vasco «nunca ha muerto» sino que «se van activando por etapas» y ahora viene la etapa de fiestas de los municipios.
“Abandono institucional”
La sensación que tienen desde el sindicato profesional de la Ertzaitza es de «abandono institucional». «En los últimos años se ha buscado un control férreo de la policía y ponernos en la picota, más cuando el PNV asume que la Ertzaina ha torturado, cuando no hay una triste sentencia sobre ello. No quieren que salgamos a la calle. Nos quieren esconder para que no molestemos», apuntan.
Recuerdan que los jóvenes radicales de ahora son los que no saben quién fue Miguel Ángel Blanco, los que achacan el terrorismo de ETA al franquismo al tiempo que advierten de que «el principio de autoridad está devaluado». «Esa juventud abertzale está tratando de volver a una época que ya creíamos todos superada», apuntan desde ErNE.
Pero el «germen de la intolerancia», con la «derrota de ETA» no cesó, sino que «seguía plantado ahí». «Hoy somos nosotros, pero mañana será otro tipo de ciudadano. Da igual que sean mossos, guardias civiles, periodistas...» y, recuerdan que «a nosotros nos van a tener en contra». Tanto Julio Rivero como Gómez de Segura destacan la importancia de «sembrar en educación». «Están recibiendo una mala educación y malos consejos en casa».
Desde la asociación Mila Esker aseguran que «sorprende» que «parecería que los que tenemos más edad nos podríamos quedar anclados en el pasado y somos los que miramos al futuro y tratamos de mantener una convivencia lo mejor posible mientras un sector de jóvenes, tienen enraizado el odio».
Los ertzainas avisan: «La gente joven que tenemos -en la Ertzaina- no se va a amedrentar. Son los jóvenes que de verdad interesan en este país».
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