Boicot comercial y presión migratoria: las previsibles represalias de Argelia contra Sánchez

Mientras Pedro Sánchez abandonaba el Congreso este miércoles tras defender su apoyo a la autonomía marroquí para el Sáhara, Argel anunciaba la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, suscrito con España en 2022. Al tiempo que el ministro de Exteriores José Manuel Albares aseguraba que Argelia es «un país amigo» de España, el director general de la Asociación de Bancos y Establecimientos Financieros argelina instaba por escrito a «congelar» la actividad comercial con España. Terreno desconocido.

«No sabemos hasta dónde va a llegar Argelia. Puede ir modulando lo que quiera una vez ha suspendido el Tratado de Amistad», admite a LA RAZÓN el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Argelia Rafael Bustos. «Estamos donde es lógico que estemos. Argelia, que acusa a España de haber cometido un ilícito, no formaba parte de ningún plan para el Gobierno. Sánchez no nombró una sola vez a Argelia en su comparecencia, parece que Marruecos fuera el único vecino que tuviéramos al sur».

Con la suspensión del Tratado de Amistad y las actividades comerciales bilaterales, Argelia está dispuesta a tensar la cuerda al máximo con España. Si bien el citado acuerdo, de carácter fundamentalmente político, insta de manera genérica a fomentar los vínculos económicos y financieros, en estas relaciones rige el Acuerdo de asociación entre Argelia y la UE. En vigor desde 2005, el acuerdo prohíbe el boicot a los productos de un Estado miembro.

Sin embargo, ello no ha impedido que desde la Asociación de Bancos y Establecimientos Financieros argelina se llamara en la tarde de este miércoles a «congelar» las domiciliaciones bancarias en las operaciones comerciales con destino y origen en España. Antes, el 19 de marzo, horas después de trascender la carta de Pedro Sánchez a Mohamed VI, Argelia retiraba a su embajador de Madrid.

Además, desde hace aproximadamente dos meses, Argelia no concede licencias de importación a empresarios españoles para mercancías sujetas a autorización o a control fitosanitario. Se trata fundamentalmente de productos alimentarios, aunque también semillas, fertilizantes o aditivos para alimentación animal. Además, en las redes se venía promoviendo desde hace semanas un boicot a los productos de origen español.

Fuentes de este diario familiarizadas con el asunto daban cuenta ayer del desconcierto reinante entre los empresarios españoles instalados en el país norteafricano o con actividad regular en él. «No hay nada por escrito, pero todo procede del Ministerio de Agricultura, que no nos da cita ni responde a nuestras peticiones».

El perjuicio para las exportaciones españolas –al margen de la domiciliación bancaria– a Argelia, a juzgar por los últimos datos de comercio bilateral, rondaría los 2.000 millones de euros anuales. «Y lo sorprendente es que también está pasando con las importaciones españolas. Un importador español de sandías me explicó que a su proveedor argelino le han dicho que se busque clientes de otros países», explica la misma fuente.

Coinciden los especialistas en que, a pesar de las amenazas del pasado mes de abril al Gobierno de Pedro Sánchez –el Gobierno argelino advertía que no tolerará que su gas llegue a Marruecos desde España– y lo ocurrido ahora, el Estado argelino no incumplirá los contratos suscritos entre Sonatrach y Naturgy. «Si lo hicieran se presentarían ante la UE como un país poco serio y estarían obligados a pagar cantidades muy elevadas», explica una fuente española cercana.

La otra gran baza que previsiblemente empleará Argel para manifestar su indignación al Gobierno español es la migratoria. Aunque en lo que va de año se ha registrado una caída de más del 30% de las llegadas de migrantes desde Argelia, en los últimos años se viene registrando una tendencia al alza en la actividad de la citada ruta, que marcó picos en 2019 y 2021. En la primera mitad del año pasado más del 70% de los inmigrantes que entraron por mar a España lo hicieron a través de la ruta argelina. Este mismo miércoles llegaban 113 personas al archipiélago balear desde Argelia a bordo de seis pateras. El mayor número de inmigrantes en un día desde el país magrebí en lo que va de año.

«Con esta falta de visión multilateral y estratégica de conjunto y posición cortoplacista del Gobierno de Sánchez, hay un evidente riesgo para España al descuidar a Argelia, empezando por la cuestión migratoria», asegura la profesora de Relaciones Internacionales de la UCM Laurence Thieux.

«Con todo, no creo que Argelia quiera romper del todo con España. España querrá contener esto como sea, pero el problema es que no le quedan muchos instrumentos de presión», concluye Bustos.