Cien años de historia en Las Hurdes: de Alfonso XIII a Felipe VI

El Rey Alfonso XIII conoció hace justo cien años la cara más dura de Las Hurdes, comarca extremeña que era descrita por el conocido médico José Pedro Domínguez como «desolada, abandonada, olvidada, aislada y plagada de enfermedades». «El bocio, el paludismo, el tifus, la viruela, eran las enfermedades que convivían entre las gentes hurdanas», llegó a escribir en uno de sus estudios. Retales de una vida de la que fue consciente quien fuera el bisabuelo del Rey Felipe VI. Sin un servicio médico oficial, las poblaciones de Martilandrán y Fragosa eran la parte más aislada de Las Hurdes, a la vez que de las más desfavorecidas. El Rey Alfonso XIII ya era conocedor antes de su visita de las condiciones en las que vivían sus habitantes gracias la tesis doctoral del intelectual francés Maurice Legendre o a los relatos del escritor Miguel Unamuno y el doctor Gregorio Marañón.

Fue a partir de aquel viaje y gracias a la labor del Real Patronato de Las Hurdes cuando la hambruna llegó a su fin, el analfabetismo fue combatido y comenzaron a trabajarse las telecomunicaciones, entre otras primeras necesidades. Ayer, cien años después de la visita de Alfonso XIII, los Reyes fueron testigos de los avances. Más de 7.000 personas conviven en los seis municipios, 40 pedanías y alquerías. Un cambio radical que el actual Monarca valoró positivamente tras encontrarse buenas comunicaciones por carretera, un sector turístico y agricultor desarrollado y como negocio estrella, la apicultura. Es por ello que el Rey destacó que «es una experiencia extraordinaria moverse por este país, sobre todo por las zonas más apartadas», afirmó, para después vaticinar «perspectivas de futuro» tras reunirse en el Centro de Documentación con una representación de la sociedad civil de la comarca. Los Reyes fueron recibidos con múltiples ovaciones en la plaza del Ayuntamiento de Pinofranqueado, prueba de ello es que tardaron 20 minutos en recorrer a pie los 300 metros que les separaban del Ayuntamiento. Los Reyes conocieron vecino por vecino sus preocupaciones cotidianas y recibieron el cariño del pueblo. Los más jóvenes regalaron a los Reyes una actuación folklórica de ‘El Paleo’, una danza a ritmo de tambor, flauta y palos, que también disfrutaron en su visita los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía en 1998. Doña Letizia se interesó ayer, sobre todo, por la educación de los jóvenes.

Los Reyes dieron por finalizada su visita tras un paseo junto al Río de Los Ángeles donde se despidieron del pueblo y las autoridades que les acompañaron, como la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez; el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; la delegada del Gobierno en la región, Yolanda García Seco; la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, y el presidente de la Diputación de Cáceres, Carlos Carlos, entre otros.