El nuevo PP
Los cinco retos de Feijóo ante Sánchez
Se la juega en la transición en Galicia, en apagar los fuegos en el PP, en el perfil de su Gobierno en la sombra, en la nueva relación con PSOE y Vox y en el pulso en la calle con el presidente
El aterrizaje en Madrid como jefe de la oposición de Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, está animando la expectativa de una inmediata redefinición del marco político. El agravamiento de la crisis económica por la guerra de Ucrania también está espoleando a la fontanería estratégica de los principales partidos a revisar el marco político e introducir la variable de que PSOE y PP puedan apostar en esta recta final de la Legislatura por un nuevo estatus de relaciones, en el que entren los pactos de Estado y la política con mayúscula para reajustar los bloques de izquierda y derecha. Y, por ejemplo, hacer frente a la próxima crisis energética desde la unidad alrededor de la Constitución, para poner sordina, que en clave de partido es lo que más les puede interesar a los dos, al ruido de Podemos y Vox.
En qué puedan concretarse estas expectativas, convertidas en recelos en el ámbito de los socios, depende, principalmente, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que es quien realmente tiene la llave de la iniciativa y quien tiene en sus manos la decisión de si intenta explorar ese camino para ajustarse al perfil del que será el nuevo líder de la oposición, o si, por contra, mantiene su estrategia de abonar el desencuentro y el espacio de Vox para calentar esta etapa ya claramente preelectoral.
«Feijóo también tiene que medir hasta dónde está dispuesto a llegar en su voluntad de pactos de Estado y de redefinir la relación con el PSOE porque no puede perder de vista que más allá del espectro que puede ensanchar por el centro, Vox espera el momento para seguir capturando voto por el flanco derecho», reflexionan en Ferraz.
El primer desafío
La nueva etapa del PP y de Feijóo como jefe de la oposición está marcada por cinco grandes retos, que en función de cómo los resuelva el todavía hoy presidente de la Xunta tendrá consecuencias en la posición del PSOE y, también, de otros actores secundarios.
El primer desafío de Feijóo, desde ya, sin esperar a que se celebre el Congreso extraordinario de principios de abril que le aupará a la Presidencia nacional del PP, es conseguir una transición ordenada en Galicia. No tiene un sucesor definido en la Xunta, aunque se apunte al nombre del vicepresidente Alfonso Rueda.
Tiene que resolver este interrogante y decidir los colaboradores gallegos que le acompañan en esta nueva etapa. Galicia es la única mayoría absoluta que conserva el PP, y si Feijóo se equivoca, puede poner en riesgo una pieza de poder territorial que es clave para el partido a nivel nacional.
Cerrar heridas en el PP
En segundo lugar, su problema más inmediato es cerrar las heridas internas. La Junta Directiva Nacional de la semana pasada sirvió para dejar en evidencia la urgencia del cambio en la dirección del partido por la división que ha provocado esta etapa. El PP está detrás de Feijóo, pero las «víctimas» del «casadismo» piden revancha y el equipo organizador del congreso, actual dirección, está bajo intensas presiones de los que exigen que se les restituyan sus honores, después de haber caído en la «siega» del «casadismo». Los restos de esta política de «tierra quemada» piden venganza y ahí entra desde la última presidenta del PP valenciano, Isabel Boning, hasta la ex presidenta de Madrid Esperanza Aguirre, que también quiere oler la sangre de los «caídos», sobre todo la del ex secretario general Teodoro García Egea.
Una vez que apague los incendios, Feijóo tendrá que conformar un equipo en Madrid que parezca de verdad un Gobierno en la sombra. Muy importante el nombre económico, y fuera se quedan perfiles como el de Javier Arenas. Falta un año para las elecciones municipales, y ese equipo se prepara con la idea de que combine experiencia y, sobre todo, de que en él esté la savia territorial, cargos con experiencia de gestión, y que representen a todo el partido de España. El modelo será el que ya han seguido con el comité organizador del Congreso de abril, aunque no sean los mismos los que estén llamados a llevar las riendas de ese Gobierno en la sombra del que quiere rodearse Feijoo. El perfil de sus colaboradores limitará también el margen de maniobra del PSOE.
“Las elecciones se ganan fuera del Parlamento”
Feijóo se medirá con Sánchez en el Senado, pero donde el líder gallego decidirá, sobre todo, su futuro será en el acierto del plan para recorrer España que activará al hacerse con el liderazgo de la oposición, con el objetivo de buscar complicidades sociales con sectores profesionales, culturales o universitarios. «Las elecciones se ganan fuera del Parlamento», explican en el partido.
En el entorno de Feijóo anticipan que otra de sus prioridades será establecer un nuevo marco de relaciones con el PSOE, con Vox y con Ciudadanos. «Estamos enfadados con todo el mundo. Esto no es una política propia de un partido maduro». Aquí entra restablecer los canales de comunicación con Sánchez, y recuperar la relación de Estado con el Gobierno.
Pero, para que haya acuerdo, debe haber voluntad por las dos partes. «Puede que todo se quede en una política dirigida a dejar claro que si no ha habido acuerdo no ha sido porque nosotros no lo hayamos intentado». Y el quinto reto de Feijóo es ganarle a Sánchez. Andaluzas, municipales y, después, las generales. Hasta el PSOE admite ya que Feijóo puede ser la lista más votada, pero no sumar más que ellos con sus socios.
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