Futuro
Feijóo se presentará con una lista de integración territorial
El líder gallego y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, van de la mano en el diseño de la nueva etapa
Alberto Núñez Feijóo ya ha conformado que no anunciará su candidatura al congreso extraordinario del PP hasta que esté convocado oficialmente. Este gesto no es una cuestión menor, es toda una metáfora de lo que el partido espera de la nueva etapa. Feijóo se mantiene hermético sobre sus intenciones, en lo que le sigue su núcleo más cercano, y en el PP nadie sabe a ciencia cierta ni por dónde puede ir en la estrategia política ni tampoco están definidos los nombres de su equipo porque su equipo es básicamente el mismo que le ha escoltado durante las cuatro mayorías absolutas que ha gestionado en Galicia.
El grueso tendrá que quedarse allí, a cargo de la Xunta porque esta precipitación de los acontecimientos abre también el problema de la transición hacia un relevo de Feijóo como presidente del Gobierno autonómico que no estaba para nada en la agenda.
Ahora bien, en el partido sí tienen claro lo que no será Feijóo: «Ni la política del tuit ni de la verborrea ni de la indiscreción en hablar dentro y fuera de la organización de otros compañeros de filas».
Pese a la grave crisis que atraviesa el PP, los más históricos se felicitan en estas horas de la rapidez con la que los barones han sido capaces de llegar a un acuerdo. «No hay precedente», señalaba ayer un exministro de José María Aznar. Y esto refleja el alcance del malestar interno que había cuajado dentro de la formación contra la gestión del equipo de Casado. «Han hecho daño a muchas personas y por eso han tenido que irse». El entierro del PP del «casadismo» está siento todavía menos amable con los que caen de lo que ya lo fue con el «marianismo».
Dentro de la incertidumbre, y el interrogante que representa Feijóo incluso dentro de su partido, sí hay varias premisas que están claras. El líder gallego se presentará con una lista de integración territorial. Hace tándem con el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y los dos están colaborando mano a mano en diseñar la estrategia para cerrar cuanto antes esta crisis y poner en marcha la refundación del partido, que se quedó sin hacer en el congreso de la sucesión de Rajoy.
Casado ganó aquel congreso por el enfrentamiento entre María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, y la mala gestión de Mariano Rajoy hasta para cerrar su etapa frustró el desarrollo óptimo de un cónclave que tenía que haber ido más allá en la definición ideológica y en el peso interno de quienes asumían ya entonces un partido desnortado y en shock por la reciente moción de censura.
Feijóo tiene disposición a integrar, a hacer un equipo «picoteando» en todos los poderes territoriales. En lo demás, «todavía es muy pronto para adelantar», aseguran en el «núcleo» de las baronías. El líder gallego tiene los medios que tiene, los grupos parlamentarios en el Congreso y en el Senado están hechos a medida del «casadismo», y ahí necesita colocar una pieza clave, su portavoz en la Cámara Baja, en donde él no tendrá escaño hasta las próximas elecciones generales. Jaime de Olano, diputado por Lugo, está en el difuminado círculo de afines al presidente gallego. Otra persona clave en Madrid será Mar Sánchez Sierra, mano derecha de Feijóo desde que aterrizó en el Ministerio de Sanidad.
Dentro del poder autonómico hay unidad total para hacer frente a esta situación. Pero la hoja de ruta no está para nada clara. Hay muchas cuestiones de carácter interno que el nuevo equipo tendrá que resolver, pero lo que menos preocupa es que el nuevo presidente del partido no tenga un escaño en el Congreso. La política la hará fuera del Parlamento, y su ausencia lo que hará será rebajar todavía más el valor de la Cámara Baja.
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