Defensa
Estas son las armas de España que empiezan a caducar en 2022: lo peor está en los cielos
Defensa pone en marcha varios planes de sustitución, muchos transitorios, para mantener las capacidades militares ante la obsolescencia de su material
Termina 2021 y la obsolescencia del material militar, uno de los grandes temas a debate de la década pasada, ha vuelto con fuerza. 2022 será un año clave con mucho material al límite de sus posibilidades. El Ministerio de Defensa ha ido retrasando por culpa de la crisis la renovación de todo lo que iba caducando. Las Fuerzas Armadas se han ido buscando la vida a la española: con un alambre aquí, una cuña allí y mucho ingenio. Pero la crisis ha terminado. Defensa se ha puesto las pilas y ha echado un vistazo rápido a lo que hay. Los grandes programas están en marcha: fragatas F-110, blindado 8x8 “Dragón”, dron de combate europeo Euromale, caza del futuro (FCAS)…
Pero ahora queda el día a día, el material que ya no puede más, y lo peor está en los cielos. Decenas de aeronaves de la Armada y el Ejército del Aire llegan el año que viene al fin de su vida útil. Muchas necesidades seguirán cubriéndose a la española, con un “mientras tanto”, pero al menos ya hay planes serios de modernización.
Así, los marinos se quedarán sin su mítica “Morsa”, el helicóptero SH-3D, los “Sea King” de Sikorsky, en servicio desde hace 50 años. La eliminación de los 18 que se compraron en su momento ha sido progresiva y la última baja se dio la primera semana de diciembre. Ya solo quedan dos. Serán sustituidos por el SH-60F Oeanhawk de segunda mano comprados a Estados Unidos. Se adquirieron ocho y ya han llegado cuatro, pero tampoco durarán mucho, la idea es que sean una aeronave de transición hasta la llegada del NH90 MSTP, el futuro helicóptero de transporte táctico de la Armada. Cabe recordar que el NH90 en sus diferentes versiones es el helicóptero que conformará la base de aeronaves de ala rotatoria de todas las Fuerzas Armadas españolas.
También se cambiará, aunque será más allá de 2022, el helicóptero SH60-B de guerra antisubmarina. La Armada, que es el único operador de esta aeronave en el mundo, quiere sustituirlo por el MH60-R (Romeo) porque ambos tienen un sistema que, en resumen, permite que un helicóptero embarcado en un buque funcione como una prolongación de dicho buque, de manera que el operador que está en el barco ve lo mismo que ve el helicóptero cuando está desplegado.
El plan último es que en el ámbito de la guerra submarina el helicóptero también sea finalmente un NH90, el problema es que Airbus todavía no tiene desarrollado ese sistema de comunicación buque-helicóptero que la Armada considera fundamental, por lo que esa versión tardará más en llegar. En este sentido se ha hablado como tope de 2030 o incluso 2035, aunque Airbus espera tenerlo antes.
La 6ª Escuadrilla de Aeronaves tiene seis helicópteros de entrenamiento “Hughes 500″, concebidos inicialmente como aeronaves antisubmarinas. Unas piezas de museo con 45 años y cerca de 75.000 horas de vuelo que la Armada, uno de los pocos usuarios ya de este aeronave, necesita sustituir ya. La idea es cambiarlos por el H135, después de que el Gobierno haya aprobado la compra de 36 de estas aeronaves para Defensa e Interior. En las Fuerzas Armadas será para Aire y la Armada, y en en este último caso será para sustituir los H-500.
Buques de mediados de siglo
En lo que a barcos se refiere, la Armada cuenta con alguna vieja gloria en sus puertos que ya es hora de jubilar, si bien se intentará aguantar con ellos lo máximo posible, como el buque de transporte “Contramaestre Casado”, botado en 1953 y en servicio para la Armada desde los años 80; o el patrullero “Cabo Fradera”, el segundo más antiguo en activo después del “Elcano” (entro en servicio en 1963) y cuya misión como único patrullero fluvial de la Armada es vigilar la frontera internacional en el rio Miño. El de salvamento “Neptuno” es otro de lo que están al final de sus días, si bien aún le quedan algunos años de vida útil. Otro que está amarrado es el buque de investigación “Las Palmas”, que hacía las campañas antárticas hasta la botadura del “Hespérides”. Amarrado en Cartagena, se dedica ahora a realizar labores de buque auxiliar.
La flota submarina española tampoco está en su mejor momento. El “Galerna” lleva cuatro años en gran carena para poder alargarle la vida útil hasta 2027, pero el “Tramontana”ya no da para más. La Armada ha decidido no hacerle una quinta gran carena y Navantia y Naval Group alargarán su vida un año, hasta 2023, para hacerla coincidir con la llegada del primer submaino S-80 que ya arrastra bastante retraso.
Casos extraños son los de los aviones “Harrier” de la Armada o los cazas F5 y las avionetas “Pillán” del Ejército del Aire. Son aeronaves antiquísimas pero aún se mantendrán en servicio un tiempo, igual que los aviones de combate F18 de la Península. Los “Harrier” y los F18, porque los sustitutos son caros y hay otras prioridades, mientras que los otros dos por su valor como aeronaves de entrenamiento. El horizonte de los cuatro va al menos hasta 2027.
Un Ejército del Aire sin entrenadores
Entre los aviadores, lo que caduca en 2022 es su avión entrenador, el C-101, un diseño español de los años 70 que tuvo un gran éxito de exportación y que se conoce cariñosamente como el “Culopollo”. Fue construido por la antigua Construcciones Aeronáuticas SA, empresa que en 1999 se integró en EADS, hoy Airbus. Su sustituto será el el PC-21 “Pilatus” si bien alguno quedará en servicio para las acrobacias de la “Patrulla Águila” y para entrenamiento. España ya ha recibido las primeras unidades.
Otros aviones cuya vida útil llega a su fin son los “P3 Orion” de patrulla marítima, que caducan entre 2022 y 2023, que podrían sustituirse por cuatro C295 que aún no se han adquirido. Probablemente, los P3 sean lo que antes se dará de baja y no tienen aún sustituto claro.
Los que sí que tienen reemplazo ya son los cazas F18 de Canarias. El Ministerio de Hacienda ha dado luz verde a la compra de 20 Eurofighter para el archipiélago por valor de unos 2.000 millones de euros.Los F18 canarios han caducado ya, aunque no se retirarán todos hasta 2024.
En Tierra dicen adiós a los años 60
En el Ejército de Tierra son los vehículos de transporte los más trillados. Los míticos TOA que se hicieron famosos en contiendas como la de Vietnam en los años 60 están de retirada y se darán de baja 700 poco a poco, mientras que los Blindados Medios sobre Ruedas (BMR), incapaces de soportar el ataque de cualquier dispositivo explosivo improvisado, también tienen la jubilación a la vuelta de la esquina. En el Ejército de Tierra esperan como agua de mayo el blindado 8x8 “Dragón” que sustituirá definitivamente a todos estos vehículos a partir de 2022.
Por su parte, los RG31 y los Lince que se compraron para salir del paso en Afganistán, precisamente porque lo que había estaba demasiado viejo, aguantarán un poco más.
Sin duda España ha realizado una inversión importante en los últimos dos o tres años, pero está claro que aún falta mucho. La crisis mantuvo al Ministerio de Defensa apartado del gasto en las Fuerzas Armadas durante al menos una década en la que el material ha ido envejeciendo poco a poco. Ahora llegan los sustos.
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