Una forense examinará el próximo 1 de marzo en su domicilio a Marta Ferrusola por orden de la Audiencia Nacional para determinar si, como mantiene su defensa, padece una “demencia sobrevenida” que obligue a archivar la investigación contra ella por organización criminal, blanqueo y delito fiscal. Al igual que su esposo, Jordi Pujol, y sus hijos está procesada por ocultar supuestamente en Andorra el dinero procedente de presuntas actividades corruptas.

Así lo ha acordado el magistrado Santiago Pedraz, instructor del “caso Pujol” en una providencia a la que ha tenido acceso LA RAZÓN en la que, una vez examinados por los forenses de la Audiencia Nacional los informes médicos remitidos por los abogados de la esposa del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, ordena al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses que desplace a Barcelona el próximo 1 de marzo a un facultativo para llevar a cabo un “reconocimiento médico” de Ferrusola en su domicilio.

Una vez recibido el visto bueno, la forense que ya ha sido designada para este cometido, viajará a Barcelona en comisión de servicios para evaluar el estado de salud de Ferrusola, de 85 años.

El pasado día 9, los abogados de la esposa de Jordi Pujol remitieron, junto a los dos informes esgrimidos para instar el archivo de las actuaciones, un tercer informe actualizado, realizado el pasado día 3 por el Servicio de Neurología del Hospital de Sant Pau de Barcelona, que evalúa la evolución de la enfermedad desde agosto de 2018, cuando comenzaron sus problemas cognitivos.

Ese dictamen reitera que a consecuencia del deterioro “lentamente progresivo” en la actualidad “debido a su demencia de base y a las lesiones cerebrales causadas por el politraumatismo, la paciente no tiene la capacidad de juicio ni la toma de decisiones conservadas”.

No está en condiciones de declarar

En el primero de esos informes, de 27 de noviembre del pasado año, que fue realizado también por la Unidad de Memoria del Servicio de Neurología del Hospital Sant Pau de Barcelona, se aseguraba ya que Ferrusola carecía de la capacidad de juicio suficiente a consecuencia de la enfermedad de Alzheimer y a las lesiones cerebrales causadas por la caída sufrida en agosto del pasado año.

En un segundo dictamen médico, el doctor Jaume Padrós certificó el pasado 8 de enero que Ferrusola sufre un “trastorno cognitivo grave multifactorial” que acarrea que “la memoria a corto y largo plazo se encuentren muy afectadas”, por lo que “no es capaz de realizar análisis complejos ni interpretar la situación presente ni las limitaciones funcionales y cognitivas que presenta”.

Su defensa entiende que dadas las circunstancias “no se encuentra en condiciones de poder prestar declaración ante un tribunal por incapacidad de comprensión”, por lo que debería archivarse la causa contra ella. Pero la última palabra la tendrá el juez Pedraz.

En su auto de procesamiento, el juez José de la Mata afirma que la familia Pujol Ferrusola habría “aprovechado su posición privilegiada de ascendencia en la vida política/social/económica catalana durante decenios”, entre 1992 y 2014, “para acumular un patrimonio desmedido, directamente relacionadocon percepciones económicas derivadas de actividades corruptas”.