Coronavirus

200.000 vuelos cancelados por el coronavirus: ¿voy a recuperar el dinero del billete?

Una asociación de abogados recuerda que los pasajeros pueden optar por el reembolso, un transporte alternativo o volar en otras fechas

Efectivos de la UME desinfectan el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas
Pasajeros protegidos con mascarilla esperan un vuelo en el aeropuerto de BarajasÓscar J.BarrosoEuropa Press

Los abogados instan a los ciudadanos a reclamar el importe de sus reservas de vuelos canceladas a consecuencia de la crisis del coronavirus. En un comunicado, la Asociación Nacional de Víctimas de Accidentes y Responsabilidad Civil (ANAVA-RC) y recuerdan que en estos supuestos las compañías aéreas deben ofrecer a los pasajeros afectados la posibilidad de reembolso del importe, un transporte alternativo lo antes posible o el aplazamiento del vuelo a nueva una fecha que convenga al usuario.

La asociación de defensa de víctimas de accidentes y asegurados mantiene que en caso de vuelos de ida y vuelta comprados en una misma reserva “si se cancela el vuelo de ida y el pasajero elige el reembolso, procede también el reembolso en el vuelo de vuelta”. Sin embargo, si se han adquiridos en reservas diferentes, “sólo procedería el reembolso del precio del trayecto cancelado”.

Según los datos de los que dispone ANAVA-RC desde finales de enero a mediados de marzo se han cancelado en todo el mundo casi 200.000 vuelos comerciales de pasajeros; con una media de 120 pasajeros por vuelo, lo que supone en total casi 25 millones de pasajeros.

Con respecto a los derechos de los pasajeros, recuerda, la Comisión Europea emitió el pasado día 18 una guía interpretativa de la normativa comunitaria que regula los derechos de los pasajeros en el contexto de la pandemia por el Covid-19, en el que se establece que en caso de cancelación la compañía debe permitir al pasajero optar por una de las tres alternativas reseñadas.

"En la situación actual -incide ANAVA-RC, el derecho a un transporte alternativo lo antes posible "se puede ver afectado, ya que no hay certidumbre acerca de cuándo se puede restablecer el transporte en determinadas rutas canceladas", por lo que aconseja optar por cualquier de las otras dos posibilidades.

Comida, alojamiento y transporte

Por otro lado, los viajeros que se vean afectados por la cancelación del vuelo deben recibir por parte de la compañía aérea “comida y bebida suficiente durante el tiempo de espera, así como alojamiento y transporte entre el alojamiento y el aeropuerto en caso de que sea necesario pernoctar”. Esa obligación, no obstante, desaparece en caso de que se opte por el reembolso o un transporte alternativo en otra fecha, por lo que “sólo se mantiene mientras el pasajero espera a ser transportado a su destino final lo antes posible”.

Cuando la cancelación de un vuelo se deba a circunstancias extraordinarias que no han podido ser evitadas por la compañía, “ésta no estará obligada a pagar una compensación económica adicional”. En esta situación de pandemia sanitaria, la Comisión Europea considera circunstancias extraordinarias “los vuelos cancelados como consecuencia de las prohibiciones o de restricciones emitidas por las autoridades, los vuelos cancelados porque se prevean vacíos, o que se cancelen en aras a proteger la salud de la tripulación”. Esta opinión del organismo europea no es, sin embargo, vinculante, y serán en su caso los tribunales y, en última instancia, el Tribunal de Justicia de la UE, los que deban dilucidar estas controversias.

Si se mantiene el ritmo de cancelaciones del último mes y medio, que puede incluso aumentar, cerca de 190 millones de pasajeros dejarían de tomar sus vuelos durante el año 2020 según estimaciones de esta asociación. Una cifra superior incluso a la pérdida de pasajeros que se produjo durante la crisis económica de 2008.

Manuel Castellanos, presidente de ANAVA-RC, asegura que desde la asociación permanecerán vigilantes para evitar “que este estado de excepcionalidad no termine perjudicando a los consumidores, que son la parte más débil en su relación con las grandes compañías, en virtud de los contratos de adhesión que se ven obligados a aceptar al contratar cualquier servicio de transporte”.