Start up
Rethink Medical, la startup canaria que quiere revolucionar las sondas vesicales
Su propuesta T-Control está pendiente de la certificación sanitaria (que se espera conseguir en 2025), pero mantienen abierta una ronda que supera ya los 400.000 euros recabados y con la que esperan lograr esas certificaciones y realizar estudios clínicos internacionales.
Emprender en el sector sanitario no es fácil, puesto que las investigaciones y los desarrollos de productos están, en muchas ocasiones, más sujetos a legislaciones, lo que hace que la validación de estas propuestas se acabe demorando a lo largo de los años.
Ronda abierta
La compañía está inmersa en una ronda de financiación, cuyo ticket mínimo es de 20.000 euros. Aunque se han superado los 400.000 euros objetivo, la startup mantiene esta operación abierta. Luque reconoce que lo ideal sería alcanzar el millón de euros porque así se evitaría abrir una nueva ronda de financiación, pero “debido al impulso que la ronda ha tomado en los últimos días, nos resulta difícil predecir con exactitud cuán cerca estaremos de este objetivo y si será necesario abrir una nueva ronda a corto plazo. Esta incertidumbre también es conocida por los inversores actuales, quienes ven la posibilidad de que una oportunidad como esta, en un estado tan avanzado, no se repita, lo que ha sido un factor decisivo para su participación y representa una mitigación significativa de riesgos para ellos”.
Además, Luque asegura que en esta operación de crowd-equity hay tanto pequeños inversores (incluyendo seis médicos en, “lo que valida el propósito del proyecto y demuestra su solidez”) como otros más grandes e iniciales, como BDKapital, que lideró la ronda anterior y ha sido “esencial para gestionar la relación con nuestros pequeños inversores de forma conjunta, manteniéndolos informados y facilitando la comunicación y la toma de decisiones”.
Preguntado por qué no han recurrido a otro tipo de figura, como los Venture Capital, Luque reconoce que “hasta ahora no hemos tenido experiencias positivas con los fondos grandes” porque “rara vez invierten en proyectos de este tipo, interesándose más por sectores de moda, como pueden ser los softwares, IA y tecnologías más complejas. Aunque nuestro dispositivo no tiene cables ni chips, posee un diseño cuidadosamente pensado y perfeccionado durante años para crear un producto único y atractivo”. Además, asegura que aunque su enfoque “es valorado por algunos VCs”, hasta ahora no han entrado en sus rondas por no cumplir determinados criterios de inversión específicos, como una fase de desarrollo determinado o un importe buscado más alto. Pese a todo, asegura que sí hay intrés por parte de algunos inversores, que se mantienen al día de los avances de la compañía, y porque “el interés por proyectos con impacto social va en aumento. Creemos firmemente que los proyectos empresariales tienen que demostrar un impacto social positivo y hemos ido trabajando en este sentido durante todos estos años. Nos enorgullece que este año la Fundación Unlimited y la empresa Eli Lilly España nos han seleccionado para su programa de mentoring de Emprende InHealth, especializada en este tipo de proyectos”, remarca Manuel Luque.
Con el dinero de la ronda se pretende co-financiar una subvención de 1.5 millones de euros recibidos del CDTI. “Esta financiación tiene como objetivo realizar unos estudios clínicos multicéntricos internacionales y obtener las certificaciones regulatorias necesarias para la comercialización de T-Control. Los recursos nuevos también cubrirán todos aquellos gastos que puedan surgir aún hasta la comercialización”, detalla el cofundador y CTO.
Rethink Medical cuenta con un siete empleados de sectores como enfermería, biología, ingeniería y desarrollo de negocios y ha realizado estudios piloto de T-Control en hospitales como el 12 de Octubre en Madrid y el Hospital Universitario de Canarias, donde se han evaluado aspectos clave del dispositivo en más de 20 pacientes. Según Luque, este producto “reduce significativamente el riesgo de infecciones del tracto urinario y mejora la calidad de vida del paciente al evitar la necesidad de usar constantemente bolsas colectoras de orina, lo que permite a los pacientes llevar una vida casi normal”. Además, el diseño “minimiza las lesiones en la vejiga que suelen ocurrir por la punta de la sonda o las tracciones accidentales al llevar una bolsa colectora. También mejora la seguridad del personal sanitario al incorporar una válvula con membrana hidrófuga que evita la salida de líquidos durante la inserción hasta que la válvula es activada por el profesional”.
La compañía espera lograr las certificaciones sanitarias correspondientes en la Unión Europea y Estados Unidos en 2025, lo que les permitirá lanzar el producto. “Ya estamos en conversaciones con algunas empresas más grandes del sector, quienes estén interesados en una colaboración comercial, para que el lanzamiento y el scale-up sea el más rápido y exitoso posible”, subraya Luque.
Emprender desde Canarias
Este emprendedor asegura que la estrategia de su empresa es “ofrecer una especie de puente para que aquellas nuevas ideas, que nazcan de problemas reales y ofrezcan beneficios tangibles tanto para los profesionales, como para los pacientes, puedan avanzar hacia el mercado de forma más sólida”.
La compañía asegura que emprender desde Canarias tiene sus retos, pero también sus ventanas de oportunidad. “En los últimos años hemos notado un cambio positivo y los inversores comienzan a apostar por proyectos “Made in Canarias”, especialmente al ver que empresas como la nuestra están logrando reconocimientos de prestigio a nivel internacional”, asegura este emprendedor, quien también valora que el ecosistema canario esté en construcción, “lo que lo hace más flexible y está siendo moldeado tanto por startups, asociaciones, como por políticos que comprenden que este sector necesita estabilidad para seguir creciendo.
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