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El Euroblog

¿Y si no fuera Juncker?

Los principales partidos de la Eurocámara encargaron ayer al candidato del PPE, Jean-Claude Juncker, iniciar la búsqueda de apoyos para presidir la Comisión Europea larazon

"El Consejo Europeo, teniendo en cuenta el resultado del las elecciones al Parlamento Europeo y tras mantener las consultas apropiadas, propondrá al Parlamento un candidato por mayoría cualificada. El Parlamento elige al presidente por mayoría de los miembros que lo componen". Así reza el artículo 17.7 del Tratado de Lisboa. Mientras que los partidos políticos europeos, que por primera vez presentaron en estas elecciones candidatos a la CE, ven un automatismo entre el resultado de las urnas y el nuevo presidente de la Comisión, los líderes europeos prefieren hablar de una mera recomendación para el Consejo.

La estrecha victoria del candidato del Partido Popular Europeo (PPE), el luxemburgués Jean-Claude Juncker, aumenta las dudas sobre el nombre que elegirán los veintiocho jefes de Estado y de Gobierno para suceder finalmente a José Manuel Durao Barroso a partir de noviembre. La otra gran novedad del Tratado es que ahora el aspirante no necesita reunir la unanimidad en el Consejo, sino sólo la mayoría cualificada. Ya Londres no podrá vetar a aspirantes demasiado federalista para sus ojos, como hizo con los ex primeros ministros belgas Jean-Luc Dehaene en 1995 y Guy Verhofstadt en 2005. Con todo, el "premier"británico, David Cameron, rechazó ayer en Bruselas a Juncker por considerarlo un político del pasado.

La circunstancia de que tanto el ex primer ministro luxemburgués como su rival socialista, el alemán Martin Schulz, estén lejos de reunir los 376 votos necesarios para ser investidos en la Eurocámara abre la puerta a que el Consejo busque algún nombre de consenso. Además, el hecho de que estén también encima de la mesa la renovación del resto de altos cargos de la UE (Alto Representante para la Política Exterior y presidencia del Consejo, el Parlamento Europeo y el Eurogrupo) obliga a negociar todos los nombramientos como un paquete único. Entre los "tapados"para presidir el Ejecutivo comunitario si Juncker fracasa, destaca la actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa Christine Lagarde, que cuenta con las simpatías de la canciller Angela Merkel. Su paso por la institucional financiera, sin embargo, le puede restar apoyos entre la izquierda europea crítica con el papel de la "troika"en Grecia, Portugal o Irlanda. En cambio, el hecho de ser mujer le puede beneficiar para cumplir con la cuota femenina en la cúpula de la UE. El primer ministro finlandés, Jirky Katainen, que abandonará el Gobierno en junio, se ha mostrado dispuesto a ocupar un cargo europeo. La buena sintonía de Helsinki con Berlín durante la crisis del euro juega a su favor. Un tercer dirigente del PPE que suena en las quinielas es el primer ministro irlandés, Enda Kenny, cuyo país acaba de volver a los mercados tras tres años de rescate financiero.

Entre la filas socialdemócratas suena desde hace año el nombre de la primera ministra danesa, la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt por su eficiente gestión de la Presidencia europea de 2012 y su propio currículum. La líder socialdemócrata fue eurodiputada antes de entrar de lleno en la política nacional del país nórdico. Enrico Letta, el europeísta ex primer ministro italiano, gana enteros par suceder a Barrosa si finalmente los líderes europeos se decantan por un político socialdemócrata menos impetuoso que Schulz. También el actual responsable del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dyjsselbloem, suena como candidato a la CE si se queman los más conocidos. En caso de que el Berlaymont (sede de la Comisión) cayera en manos de la izquierda, la salida perfecta para Juncker sería suceder a Herman Van Rompuy como presidente del Consejo, puesto para el que, según sus rivales del PSE, ha competido desde el principio.

Para remplazar a Lady Ashton como responsable de la Política Exterior y de Seguridad Común europea se perfilan el ministro de Asuntos Exteriores polaco, el duro Jaroslaw Sikorski, que está jugando un papel muy activo en la crisis de Ucrania, y su homólogo sueco, el conservador Carl Bildt, un diplomático con dilatada experiencia que fue primer ministro a comienzos de los años noventa. En el campo socialista, mientras, se especula con el actual jefe de la diplomacia holandesa, el europeísta Frans Timmermans, e incluso con el propio Schulz si finalmente el PPE se hace con la Comisión. Otros rumores apuntan a que como premio de consolación el candidato socialdemócrata repita como presidente del Parlamento Europeo durante la primera mitad de la legislatura. Tradicionalmente, socialistas y conservadores se reparten la presidencia de la Eurocámara cada legislatura.

La experiencia de 2009, cuando los líderes europeos consensuaron los nombramientos de Van Rompuy y Ashton frente a otros aspirantes con mayor experiencia y peso político, como Tony Blair o Felipe González, demuestra que todo es posible. El toma y daca para hallar un equilibrio entre hombres y mujeres; países del norte y países del sur, Estados grandes y Estados pequeños, o socialistas y conservadores sólo acaba de empezar. Abran juego...

pgarcia@larazon.es