![Predicción semanal: primeros días borrascas atlánticas.](https://fotografias.larazon.es/clipping/cmsimages02/2025/02/10/E73B0F05-200E-43C5-8464-AB2EE4528944/prediccion-semanal-primeros-dias-borrascas-atlanticas_66.jpg?crop=268,268,x105,y0&width=150&height=150&optimize=low&format=webply)
Editorial
Auschwitz, frente a la tentación del olvido
Si todo es genocidio, a la postre, nada lo es, que es el verdadero objetivo de quienes propugnan la destrucción del estado de Israel, por encima de las reclamaciones de los derechos legítimos de la población palestina.
![A picture taken just after the liberation by the Soviet army in January, 1945, shows a group of children wearing concentration camp uniforms behind barbed wire fencing in the Oswiecim (Auschwitz) nazi concentration camp.](https://fotografias.larazon.es/clipping/cmsimages01/2025/01/26/7921E1D0-C315-4506-9CB0-EA57F3379E64/picture-taken-just-after-the-liberation-the-soviet-army-january-1945-shows-group-children-wearing-concentration-camp-uniforms-behind-barbed-wire-fenci_98.jpg?crop=2000,1125,x0,y132&width=1900&height=1069&optimize=low&format=webply)
Se cumplen 80 años de la liberación del campo de exterminio nazi de Auschwitz por las tropas soviéticas. Un aniversario que la Europa de las libertades y la democracia ha querido conmemorar con especial solemnidad en un tiempo en el que desde posiciones propalestinas mal entendidas se busca la relativización del peor genocidio cometido en el siglo XX o, simple y llanamente, el olvido. Por ello, es muy significativa la presencia en Auschwitz de los jefes de estado y de gobierno del viejo continente, entre ellos las principales casas reinantes, en un acto sin discursos políticos y dedicado a la reflexión, el recuerdo y el homenaje de las víctimas. Reflexión ante la certeza del horror cometido, pero, también, ante la constatación de que la humanidad no está libre de repetir la vesania, como nos recuerda el genocidio de Ruanda.
Cualquier otra consideración, por muy tangencial que sea –como es el caso del pedestre intento de vincular el exterminio de los judíos con las celebraciones socialistas de la muerte de Franco– que no reconozca los hechos o trate de circunstanciarlos debe ser enérgicamente rechazada por todas las personas de bien. Comenzando por la banalización del término genocidio y su extensión arbitraria a otras conductas atroces y criminales, por supuesto, reprobables, pero que no comparten la etiología de lo que llevó a cabo el nazismo, con el silencio o la colaboración de otros muchos ciudadanos de aquella Europa dividida y enfrentada por las ideologías y los nacionalismos, sobre el pueblo judío.
Porque si todo es genocidio, a la postre, nada lo es, que es el verdadero objetivo de quienes propugnan la destrucción del estado de Israel, por encima de las reclamaciones de los derechos legítimos de la población palestina. Los judíos que vivían en la Europa ocupada por los ejércitos alemanes de Adolf Hitler y en los países que actuaron como satélites aliados del nazismo, notablemente Hungría y Rumanía, fueron llevados al exterminio por la única razón de su pertenencia a la comunidad hebrea, sin que importara el sexo, la edad, la procedencia social, las convicciones ideológicas o religiosas o el lugar de nacimiento. Solo por ser judíos eran despojados de todos sus derechos, deshumanizados y arrastrados a los campos de exterminio, bajo unas leyes inicuas, pero redactadas y aprobadas por un cuerpo legislativo.
Eso es un genocidio por antonomasia, el que sufrió el pueblo judío, como antes los armenios y después los tutsis. Y es una indignidad que debe estar presente en el ánimo de todos los europeos, como recordatorio permanente de hasta dónde pueden llegar los pueblos, por más civilizados y avanzados que se consideren, cuando las ideologías totalitarias, que niegan al individuo frente al Estado, se imponen sobre el cuerpo social y sobre esas democracias, hoy, tan denostadas por los populismos.
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