El submarino: Gabilondo y la conspiración

El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, anda pregonando por ahí la existencia de intereses ocultos que trabajan para impedir su labor de investigación sobre los abusos sexuales en la Iglesia española. La apelación al contubernio ha indignado a algunos de quienes fueron víctimas, allá por los años setenta del pasado siglo, en el Sagrado Corazón de Madrid, donde Gabilondo impartió clases. «Entonces no se enteró de nada», argumentan.