Volkswagen afronta pagos de hasta 47.000 millones por el «Dieselgate»

Analistas y banca alemana creen que la provisión de 6.500 millones se queda corta para pagar indemnizaciones, multas y revisiones.

El escándalo de los gases contaminantes no resultará barato para Volkswagen. Aunque aún se desconoce a cuánto ascenderá el monto final a desembolsar, los analistas alemanes coinciden en que los 6.500 millones aprovisionados por el fabricante no serán suficientes para paliar el daño. Según las estimaciones el banco alemán Landesbank Baden-Württemberg (LBBW), la cifra podría ser siete veces mayor, obviando las consecuencias reputacionales y sin incluir los efectos financieros de la probable caída de las ventas en los próximos meses.

El analista Frank Biller de LBBW determinó que el costo del «Dieselgate» podría ascender hasta los 47.000 millones de euros, en base a una serie de criterios. Por un lado, el fabricante alemán tendrá que desembolsar 37.500 dólares por vehículo en concepto de sanciones fijadas por Estados Unidos. Esto resultaría en un total de 16.000 millones de euros. Aunque, según la percepción de los expertos, la cantidad podría ser en la práctica mucho más baja, tras el resultado de las negociaciones. A estas sanciones se le sumarían posibles multas en Europa y desembolsos por daños y perjuicios de propietarios de vehículos afectados en todo el mundo, que la entidad financiera cifra en miles de millones de euros.

Diversos estados, como España, ya han pedido la devolución de subsidios que fueron concedidos a la empresa para la fabricación de vehículos eficientes. Además, el fabricante tendrá que asumir los costes de reparación de los 11 millones de vehículos que circulan con el software trucado. Muchos de los motores no podrían repararse por menos de 2.000 euros por automóvil. Estos arreglos costarían al grupo alrededor de 10.000 millones de euros.

No son pocas las acciones legales que consumidores, gobiernos y asociaciones han iniciado contra la firma germana desde que se revelara el escándalo. Para su defensa, Volkswagen ha contratado a uno de los bufetes norteamericanos más experimentados, Kirkland & Ellis. LBBW estima que los gastos legales ascenderán a varios miles de millones de euros.

Además de las pérdidas en bolsa, las ventas se resentirán notablemente. Volkswagen anunció ayer que sus ventas habían caído un 1,5% en los nueve primeros meses del año, incluido septiembre, con un volumen mundial de 7,43 millones de unidades. El mes pasado, se comercializaron 885.3000 vehículos. Este descenso global que, no obstante, en Europa creció un 3,5%, se debe principalmente a un retroceso en países como Rusia, Brasil y China. Los efectos del «Dieselgate» tardarán aún uno o dos meses en reflejarse en las cifras.

La entidad Deutsche Bank ha estimado en un 3% la posible caída de las ventas en vehículos Volkswagen para el año que viene, aunque estas previsiones resultan del todo teóricas: se ignora cómo reaccionará el mercado. El economista Ferdinand Dudenhoeffer de la Universidad de Duisburg-Essen cree que 2016 apunta hacia un desplome mucho mayor. «Las ventas de Volkswagen caerán en un 10% globalmente», afirmó, vaticinando que «VW perderá el liderazgo frente a Toyota y le costará al menos cinco años volver a tener la oportunidad de superarle como primer fabricante global de automóviles del mundo».

Las consecuencias económicas para Volkswagen serán titánicas, pero ningún analista juzga probable que estemos viviendo el hundimiento del gigante alemán. A mediados de este año, cifraba en 18.000 millones su capital disponible, más que el valor en bolsa de otras empresas como Adidas o Lufthansa. Sin embargo, «es una empresa financieramente muy fuerte», enfatizó Biller.