Sanidad

Verdades y mentiras del informe de la Airef sobre Muface

El organismo que preside Cristina Herrero plantea que los nuevos funcionarios se acojan a la sanidad pública a pesar de que el 76% prefiere la atención privada

Oficinas de Muface en Madrid
Oficinas de Muface en MadridDavid JarLa Razón

Juan de Mairena (1865-1909), heterónimo de Antonio Machado (1865-1909), explicaba que «la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero». La Airef (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal), que preside Cristina Herrero, y que desde los tiempos de la presidencia de José Luis Escrivá, ha ejercido un poco de Pepito Grillo del Gobierno, presentó el lunes el llamado «Spending review» (revisión del gasto) sobre el mutualismo administrativo, es decir, sobre Muface. El organismo ha detectado algunas –quizá bastantes– ineficiencias que recomienda corregir y hace una serie de propuestas para el futuro. Lo más llamativo es que, según versiones sesgadas o interesadas, plantea que los nuevos funcionarios se acojan a la sanidad pública y, en definitiva, se inicie el fin de un sistema en el que solo un 24% de los funcionarios opta por la sanidad pública, frente al 76% que prefiere la atención privada. Eso no impide que haya una tendencia que indica que los nuevos empleados públicos se inclinan hacia el Sistema Nacional de Salud en primer lugar.

La Airef señala que «en términos de equidad, la adscripción obligatoria del marco normativo actual hace tener que elegir al mutualista entre modalidad pública o privada limitando el acceso, especialmente a los que optan por la modalidad privada, a las características de la provisión pública universal del resto de ciudadanos». Para corregirlo propone, en primer lugar, «transformar la actual adscripción obligatoria en un régimen voluntario». Como segunda reforma estructural, plantea la progresiva incorporación de los nuevos mutualistas al Sistema Nacional de Salud». Los defensores, por encima de todo, de lo público y los detractores de cualquier iniciativa privada, han lanzado las campanas al vuelo y concluyen que la Airef propone que los nuevos funcionarios se acojan a la sanidad pública. Olvidan que el organismo habla, en primer lugar, de cambiar la obligatoriedad de ser mutualista por la voluntariedad. Además, la propuesta de incorporación progresiva de los nuevos funcionarios a la sanidad pública incluye la suficiente vaguedad como para que en ningún caso se se planteé como obligatoria, salvo para quienes quieran verlo así. «La verdad es la verdad», ya lo dijo Mairena.