Renfe no descarta pedir compensaciones a Talgo por la avería que dejó sin servicio a los Avril en Año Nuevo y que le costó un millón de euros

La avería que sufrió el primer día del año toda la flota de trenes de alta velocidad Avril que Renfe tiene en su parque móvil no sólo trastornó el viaje de unos 14.000 pasajeros sino que tuvo un abultado impacto en las cuentas de Renfe. Según ha explicado hoy su presidente, Raül Blanco, el fallo informático tuvo un coste para la empresa pública de un millón de euros entre billetes anulados, modificados o devueltos y el material y los equipos movilizados.

Un importe que la operadora no descarta sumar a la larga lista de reclamaciones económicas que ya ha puesto encima de la mesa del fabricante de material ferroviario Talgo, constructor de los Avril; por diversos problemas relacionados con este tren.

Al preguntársele hoy a Blanco en Barcelona si Renfe va a pedir compensaciones a Talgo por estas incidencias, ha respondido que no descartan penalizar a la compañía, aunque también ha asegurado que no están ahora "en este punto". "La incidencia está resuelta y estudiaremos en el marco de la relación tan compleja y difícil que tenemos con Talgo si esto añade algún elemento más a las penalizaciones que ya tiene", ha dicho Blanco.

El pasado miércoles día 1 de enero, un fallo de comunicación entre el sistema de control y los cargadores de baterías de los Avril dejó K.O. a toda la flota de este modelo. Renfe tenía previstas para ese día 28 circulaciones con los Avril, con 14.100 potenciales viajeros, por lo que se vio obligado a poner en marcha un plan de contingencia para recolocar a los pasajeros en otras composiciones, así como anular y devolver billetes con el coste millonario que hoy ha desvelado Blanco. El fallo ha podido ser solucionado hoy jueves.

Otras reclamaciones

La hipotética reclamación por esta nueva incidencia en los Avril se sumaría a la larga lista de compensaciones que Renfe ha solicitado ya a Talgo por diferentes problemas con este modelo.

El pasado mes de agosto, después de acumular casi 500 incidencias desde que entró en servicio en mayo, el ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció que reclamaría responsabilidades a Talgo y una compensación económica por los daños que están ocasionando en su servicio los múltiples problemas del Avril. Esta reclamación se sumaba a otras dos de 116 y 50 millones de euros que la operadora ha anunciado por los retrasos en la entrega de los Avril.

El modelo Avril se ha convertido desde el día de su estreno en un verdadero dolor de cabeza para la operadora pública española. Su puesta en servicio a finales de mayo, que se retrasó más de tres años respecto al calendario previsto, ya pareció profética respecto a las incidencias que después ha padecido. Expertos y no tan expertos criticaron entonces aspectos del tren como su insonorización, sus vibraciones o sus asientos tras sus primeros viajes a bordo.

Después llegaron la multitud de incidentes que han jalonado su operativa y que el propio Puente consideró como problemas de juventud de un modelo nuevo. Precisamente, el Ejecutivo ha criticado en alguna ocasión por osado que el Gobierno de Mariano Rajoy hiciera un pedido de 30 trenes Avril valorado en 1.281 millones (1.491 millones si se suma el mantenimiento) al tratarse de un tren que, en el momento de realizarse el encargo, era tan sólo un boceto en papel.