El precio de la vivienda empieza a reaccionar a la contracción del mercado inmobiliario que se viene dando en los últimos meses. Según los datos de la tasadora Tinsa, en febrero retrocedió un 0,1% respecto a enero después de acumular varios meses de desaceleración y a pesar de que, en tasa anual, avanzó un 6,4%. «La erosión acumulada de la inflación en el poder adquisitivo de los hogares y el incremento del coste de la financiación limita la demanda general, especialmente en aquellos hogares con rentas más bajas», aseguró la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias, para justificar este retroceso del mercado y la caída de los precios.

La caída de precios en febrero fue más acentuada en la región de la costa mediterránea (-0,8%) y en las localidades de menor tamaño del interior y de la costa atlántica (-0,5%). En las capitales de provincia, grandes ciudades y áreas metropolitanas el ajuste apenas alcanzó el 0,1%, mientras que el precio de la vivienda solamente se revalorizó en las islas, con un incremento mensual del 1,2%.

Fotocasa también está detectando el enfriamiento de los precios. Aunque en su caso sus estadísticas hablan de un aumento de precios del 1,2% respecto al primer mes del año, son varios ya los meses en que estos avances mensuales son más modestos. En enero, por ejemplo, apenas avanzó un 0,5%.

Respecto al año pasado, este portal inmobiliario detectó un avance de los precios del 9,9%, su mayor crecimiento desde 2006. Por paradójico que parezca, el encarecimiento de la financiación que está enfriando el mercado poco a poco es el que ha provocado también esta variación interanual. "Esta aceleración se ha producido por el cambio en la política monetaria de la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que ha ocasionado que la demanda de compra resurja y tensione los precios debido a la escasez de oferta", según explicó la directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, María Matos.

Para Matos, no obstante, estos aumentos son temporales y, como empiezan a indicar los datos mensuales de febrero, "es cuestión de tiempo que el precio comience a dar indicios de moderación y que vuelva a la senda estable, teniendo en cuenta el ritmo de encarecimiento hipotecario provocado por el euríbor".

Euríbor imparable

El encarecimiento del principal indicador al que están referenciadas el grueso de las hipotecas variables en España ronda ya el 4%. A pesar de ello, Cristina Arias considera que su avance no va a provocar un efecto sobre el mercado hipotecario que vaya a provocar un "deterioro preocupante de la capacidad de pago de las familias". Lo cierto, no obstante, es que según los últimos datos de que dispone el Banco de España, el 7% de las familias hipotecadas ya preveían aprietos para pagar su hipoteca a finales del pasado ejercicio y más de 1,5 millones destinaba más del 40% al pago de su préstamo para vivienda. Y el supervisor advertía de que los costes financieros para las hipotecas se han incrementado estos meses.

A pesar de los aumentos que ha acumulado tras la pandemia del coronavirus, el precio de la vivienda, tanto nueva como usada, está todavía un 20,9% por debajo que los máximos que alcanzó en febrero de 2008, según los datos de Tinsa. La mayor distancia desde entonces se da en la costa mediterránea, donde el precio medio es un 31,4 % inferior al máximo alcanzado durante el "boom" inmobiliario. También el resto de municipios (-29,2 %) y las áreas metropolitanas (-23,1 %) acumulan descensos superiores a la media nacional.

Las capitales de provincia y las grandes ciudades son los núcleos en los que más se ha revalorizado la vivienda desde los mínimos registrados tras el pinchazo de la burbuja (42,7%). No obstante, según la tasadora, el precio está un 16,5% por debajo del punto máximo que alcanzaron el ciclo anterior. La menor diferencia desde máximos corresponde a las islas (-9,8%). Desde los valores mínimos que alcanzó la vivienda después del estallido de la crisis, el precio se ha incrementado un 34,4%.