Patronal y sindicatos defienden que la subida salarial del 1% creará empleo

Después de meses de idas y venidas y con año y medio de retraso, la patronal y los sindicatos firmaron por fin ayer el III Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) para los años 2015-2017. El documento fue reivindicado por todas las partes como un pacto «pegado a la realidad» y el mejor instrumento de confianza para los agentes económicos, mercados financieros y la sociedad en general. Ambas partes aseguraron que su firma es muy «valiosa» porque supondrá adentrarse en un escenario de recuperación, mejorará la tasa de paro, el empleo de calidad, la contratación indefinida y favorecerá la sostenibilidad y la estabilidad del sistema.

Sueldos

Para lograrlo, recoge como principal medida una subida salarial de hasta el 1% para este ejercicio y del 1,5% en 2016. El acuerdo deja pendiente la posible alza de 2017 a la espera de ver cómo evoluciona la economía en los dos próximos ejercicios. Los incrementos, según lo firmado, se pueden modular en cada sector y empresa en función de la productividad.

Tanto el presidente de la CEOE, Juan Rosell, como el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, destacaron tras su firma que el acuerdo refuerza la negociación colectiva como vía para el progreso de las empresas. Rosell cree que se trata de un pacto que permitirá crear empleo y que miles de empresas tengan beneficios y paguen impuestos, lo que automáticamente redundará en puestos de trabajo.

Aunque coincidentes en su defensa de la negociación colectiva, patronal y sindicatos tienen una visión distinta de lo que implica el acuerdo sobre salarios. Cándido Méndez, secretario general de la UGT, aseguró que es de naturaleza «obligacional» y de referencia para todos los negociadores y que se va a aplicar en todos los convenios colectivos. Toxo añadió que es «un acuerdo para el incremento de los salarios, hasta el 1% y el 1,5%, preservándolos de la evolución de la inflación y que contempla la posibilidad de la mejora de estos parámetros en función de los resultados de las empresas y la productividad». Antonio Garamendi, presidente de Cepyme, advirtió, sin embargo, de que es «un acuerdo marco paraguas. Creo que es equilibrado. Estamos con los intereses particulares pero defendiento el bien común y “hasta” [el 1%] es lo que pone, no creo que haya habido una mala interpretación».

Fátima Báñez, ministra de Fomento, aseguró ayer que el pacto significará «una inyección adicional de confianza en la situación económica y social en España», y animó al empresariado a aprovechar el acuerdo para crear más empleo estable y «de calidad». En una intervención ante la asamblea general de la patronal catalana Foment del Treball, resaltó que el acuerdo deja margen para la creación de empleo en un país con 4,2 millones de parados. «Necesitamos seguir creando empleo. Ése debe ser el objetivo de las empresas», aseguró la ministra de Trabajo.